El plan de austeridad implantado en la Armada, por extensión del decretado desde el Gobierno, ha impedido que infantes de Marina custodien a la Virgen de La Soledad, con la que le unen más de 250 años de tradición. Ni la compañía de honores ni la banda de música del Tercio Sur de Infantería de Marina irán en la procesión.

Según fuentes militares consultadas por Servimedia, la procesión cuesta lo mismo que el adiestramiento de un batallón una semana, contando el desplazamiento del barco, pese a que la cofradía sufraga todos los gastos, incluido el hotel, salvo el desplazamiento.

Dichas fuentes indicaron que este año no se da a la Armada el plus de manutención que se daba a los infantes que, voluntariamente, acudían a Málaga para procesionar, por lo que se ha tenido que prescindir de mover a estos efectivos.

El año pasado 100 miembros de la Armada, vestidos de gala, junto a 10 guardiamarinas de la Escuela Naval Militar de la Armada de Marín (Pontevedra), acompañaron a la Virgen de la Soledad cantando la "Salve marinera", himno de la Infantería de Marina, si bien nada más concluir el recorrido oficial abandonaron el cortejo.

La austeridad ya se dejó ver el año pasado, no sólo con la retirada de los infantes a mitad del cortejo del Jueves Santo sino con su ausencia, repetida este año también, de los infantes de Marina en la salida de la procesión de Santo Sepulcro.

Pese a la ausencia de los infantes, la Congregación de Mena procesionará acompañada por 150 legionarios, llegados a la ciudad en el buque de transporte ligero "Camino Español", perteneciente al Ejército d Tierra aunque con dotación de la Armada.

En cuanto a las autoridades, la Virgen de la "Soledad de Mena" irá acompañada por el jefe de Grupo de Acción Naval 2 de la Flota, capitán de navío Juan Rodríguez Garat, el Comandante Naval de Málaga, el comandante del Tercio Sur de Infantería de Marina y el comandante del patrullero "Izaro". Estos últimos también estarán en el desfile procesión el Viernes Santo del Sepulcro.

En aplicación de una orden ministerial, los militares que acuden a la procesión lo hacen con carácter voluntario y el coste de su desplazamiento y dietas corre a cargo de cada una de las hermandades y cofradías que solicitan su presencia.