El ser humano emite a la atmósfera un 12% más de dióxido de azufre de lo declarado
- Según un estudio con datos por satélite de la NASA
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Científicos estadounidenses y canadienses han localizado 39 fuentes industriales no declaradas de emisiones de dióxido de azufre (SO2) en diferentes partes del mundo, lo que representa alrededor de un 12% de las emisiones de origen humano de este contaminante en todo el planeta, algo que puede tener un gran impacto en la calidad del aire.
El estudio, publicado en la revista ‘Nature Geosciences’, fue realizado por investigadores del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá y el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, con la colaboración de otros de las universidades de Maryland (Estados Unidos) y de Dalhousie (Canadá).
El SO2 es uno de los seis contaminantes del aire regulados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos y conocido por ser un riesgo para la salud y un factor de lluvia ácida.
Los científicos basaron su estudio en las observaciones por satélite recogidas por la nave espacial ‘Aura’, de la NASA, entre 2005 y 2014. Las fuentes de emisión no declaradas proceden de centrales eléctricas que queman carbón, fundidores y operaciones de petróleo y gas sobre todo en Oriente Medio, pero también en México y en Rusia. En esas regiones, las emisiones conocidas son en algunos casos de dos a tres veces más bajas que las detectadas vía satélite.
“Ahora tenemos una medición independiente de esas fuentes de emisión que no se basan en lo que se conoce o se piensa que se conoce”, dice Chris McLinden, científico atmosférico de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá y autor principal del estudio, quien añade: “Cuando nos fijamos en una imagen de satélite de dióxido de azufre, se llega a la aparición de puntos de conflicto, que hace que las estimaciones de las emisiones sean más fáciles”.
Para hallar esos “puntos de conflicto”, los científicos detectaron con mayor precisión las concentraciones más pequeñas de SO2 emitidas por fuentes artificiales relacionadas con actividades petroleras y con centrales eléctricas de tamaño mediano, y el dióxido de azufre que se había dispersado y diluido por el viento.
Además, los investigadores encontraron 75 fuentes naturales de SO2 procedentes de volcanes que emiten lentamente fugas de gas tóxico durante todo el año. Muchos de ellos están en lugares remotos y no controlados, por lo que el nuevo conjunto de datos por satélite es el primero en proporcionar una información anual regular de esas emisiones volcánicas.
(SERVIMEDIA)
03 Jun 2016
MGR/gja