Según informó el comité, las personas con discapacidad han pasado de pagar 30 céntimos, que era lo que costaba el anterior título de transporte, el Bonotet, a abonar 5,50 euros de la Tarjeta Azul. Además, para solicitar esta tarjeta tienen que presentar los ingresos de toda la unidad familiar, por lo que se rechazan las peticiones que anteriormente se concedían.

El Cermi de la Comunidad de Madrid recuerda en una nota que el año pasado remitió dos cartas al titular del Área de Gobierno de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento madrileño para hablar de soluciones al pago al coste del trasporte de las personas con discapacidad, "sin obtener respuesta eficaz hasta la fecha".

Según subraya este comité, los ciudadanos con discapacidad conforman un colectivo al que el coste de la vida se le hace más difícil que al resto de las personas sin discapacidad y, pese a ello, pretenden vivir sin cargar su situación personal a las familias por una mala política integradora, y con los niveles de autonomía personal más óptimos posibles.

En esta misma línea, el Cermi Comunidad de Madrid denunció también que se deniegue "sistemáticamente" la Tarjeta Azul a las personas que no han podido trabajar por su grave discapacidad, por estar incapacitadas y depender de terceras personas, porque la mayoría de ellos no disponen de ingresos propios, lo que lleva a contemplar los ingresos de la unidad familiar y a dejarlas fuera del baremo.

Esta situación no es para el Cermi "una medida de avance para todos", ya que deja fuera a las personas con discapacidad gravemente afectadas por los requisitos previos.

Utilizar los medios de transporte públicos favorece la normalización del colectivo, "por lo que limitar su uso a las personas con discapacidad con ingresos bajos o que sus familias los tengan es poco social, inclusivo y normalizador", finaliza Cermi Comunidad de Madrid, que recuerda que "el silencio no evitará que (el comité) insista en buscar una solución al respecto".