Crean la mayor base de datos genética de los corales, que han sobrevivido a cinco extinciones masivas

- Para arrojar luz sobre las especies que sobrevivirán al cambio climático

MADRID
SERVIMEDIA

Un equipo internacional de científicos acaba de llevar a cabo el análisis genético más completo del mundo de los arrecifes de coral, hábitats críticos para una enorme variedad de peces y otras especies que han sobrevivido a cinco grandes extinciones en los últimos 250 millones de años.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad Rutgers (Estados Unidos) y publicado en la revista ‘eLife’, fue dirigido por Debashish Bhattacharya, profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales, y Paul Falkowski, director del Laboratorio de Ecología Molecular y Biosíficas Medioambientales, quienes se centraron en el modo en que la evolución de los arrecifes de coral ha permitido interactuar y adaptarse al medio ambiente a estos ecosistemas.

“Hay unos pocos genes clave en los corales que les permita construir esa base para muchos miles de años”, apunta Bhattacharya, al tiempo que Falkowski añade que “uno de los aspectos más interesantes de estos datos será entender qué especies de coral pueden convertirse en ganadores o perdedores al afrontar el cambio climático antropogénico, que los hace más resistente y susceptibles a los cambios de temperatura y en la acidificación de los océanos”.

En Rutgers, líderes en el campo de la biología de los corales y de la genómica se reunieron hace dos años para planificar un análisis de 20 conjuntos de datos genéticos coralinos, con el fin de proporcionar una comprensión global de la evolución de los corales, ya que los organismos aparecieron en la Tierra hace 525 millones de años. La base de datos de los corales está publicada en la web ‘comparative.reefgenomics.org’ para fomentar el crecimiento en este área de investigación.

Los investigadores encontraron docenas de genes que permiten a los corales coordinar su respuesta a los cambios de la temperatura, la luz y el pH (acidez frente a alcalinidad) y lidiar con el estrés provocado por las algas que viven con ellos y la exposición a altos niveles de luz.

Sorprendentemente, algunos de estos genes relacionados con el estrés son de origen bacteriano y se adquirieron para ayudar a los corales a sobrevivir. Una teoría que surgió del estudio es que el vasto repertorio genético de los corales puede ayudarles a adaptarse a las cambiantes condiciones del océano.

CUATRO GRANDES AMENAZAS

Casi todos los corales son organismos coloniales que constan de hasta cientos de miles de animales llamados pólipos. Los corales pétreos incluyen especies de aguas poco profundas que construyen arrecifes, corales blandos y corales de aguas profundas que viven en aguas frías oscuras.

Los corales se enfrentan a cuatro grandes amenazas de los seres humanos, según Falkowski: la destrucción de los arrecifes por pequeños explosivos y veneno usados para matar a los peces para alimentación; la contaminación por nutrientes, por lo general de aguas residuales o la escorrentía agrícola, que estimula excesivamente las algas nocivas; el aumento de calor en la parte superior del océano, lo que provoca el blanqueamiento de coral, y la acidificación del océano.

"Los corales son los ecosistemas marinos más diversos en el planeta", apunta Falkowski, que recalca que, “sin embargo, su valor para los ecosistemas marinos -y para nuestro propio uso de los recursos marinos- es muy poco apreciado".

Reconocimientos aéreos y submarinos recientes han hallado que el 93% de la Gran Barrera de Coral de Australia ha soportado este año alguna decoloración grave, moderada o leve de los corales, según el Centro ARC de Excelencia para Estudios de Arrecifes de Coral en Australia. Este arrecife, una atracción turística de fama mundial, es de aproximadamente 2.300 kilómetros de largo.

Las elevadas temperaturas del mar por el calentamiento global pueden causar que los corales expulsen algas diminutas y coloridas. Entonces, se vuelven translúcidos y blancos. Los corales ligeramente blanquecinos pueden recuperarse si la temperatura desciende y las algas pueden recolonizarlos. Si no es así, pueden morir.

(SERVIMEDIA)
25 Mayo 2016
MGR/gja