Según la normativa, el número de plazas reservadas será, “al menos, de una por cada 40 o fracción” en los centros de actividad de los núcleos urbanos.

A través de un comunicado, Famma recordó que la normativa unificada para la Comunidad de Madrid de expedición de tarjetas PMR, en base a la ley estatal, prevé que los ayuntamientos determinen cuáles considera que son “centros de actividad”.

La federación considera que los ayuntamientos “deben valorar la posibilidad de que todos los locales públicos o de uso público, especialmente los que son frecuentados por personas con discapacidad y/o movilidad reducida o todos aquellos que sean visitados por el colectivo en mayor medida, tengan siempre plazas habilitadas de estacionamiento para PMR, al margen de los que ya disponen de ella”.

Asimismo, recuerda que los ayuntamientos podrán conceder tarjetas “por ‘razones humanitarias’ a personas con movilidad reducida, aunque no haya sido dictaminada oficialmente, por causa de una enfermedad de extrema gravedad que suponga una reducción sustancial de la esperanza de vida”.

Por último, al margen de que se determinen cuáles son los centros de actividad por parte de los municipios, la federación pide que existan plazas con placa nominativa vinculada a la tarjeta cuyo cómputo quede al margen de la cuota general de reserva de plazas previa solicitud de particulares para ser ubicadas en domicilios.

Por otro lado, Famma asegura haber comprobado que “la gran mayoría de las plazas actuales habilitadas en los municipios no son señalizadas adecuadamente ni están ubicadas de acuerdo a la normativa vigente”.