“Uno de los convenios está siendo objeto de investigación por parte de la Justicia pero quieren crear un halo de duda sobre todo el trabajo de la fundación”, señaló Serrano, quien manifestó que “no lo vamos a permitir porque no ha habido ningún caso de amiguismo”.

A su juicio, los convenios que se firmaron venían de consejerías y ayuntamientos de todo signo político. “Hay cantidad de convenios y acuerdos que no responden a otro interés”, añadió. Serrano dijo que “lo que no pueden pretender los grupos de la oposición sobre presunta corrupción es hacer juicios de valor sobre la gestión o idoneidad de determinados proyectos".

Por su parte, la oposición criticó la “falta de convocatoria” de concursos públicos y la “arbitrariedad” en la contratación con la Fundación Arpegio.

"FALTA DE RIGOR"

La diputada socialista Encarnación Moya dijo que la exdirectora gerente de la citada fundación Carmen Plata señaló en su intervención que hay “una responsabilidad política evidente”. A su juicio, “es indudable que la responsabilidad corresponde a los políticos, según ha dicho”.

También habló de la comparecencia de la exconsejera Beatriz Elorriaga y dijo que “se ha comprobado que durante sus pocos meses en el patronato de la fundación se siguió trabajando con la misma falta de rigor y arbitrariedad en la contratación, sobre todo a la hora de firma convenios con un sesgo ideológico muy claro, lo que es muy grave cuando se utiliza dinero público”.

El diputado de Ciudadanos César Zafra afirmó que de las comparecencias “he sacado en claro que en ningún momento hubo una convocatoria de concursos públicos para adjudicar ninguno de los proyectos que hizo la Fundación Arpegio”.

“Creo que es un claro ejemplo de cómo estaba funcionando la fundación de forma absolutamente discrecional a manos de los presidentes de turnos, en este caso de Francisco Granados”, señaló.

"CÍRCULOS CERCANOS"

Afirmó que “nos estamos encontrando con que el PP ha usado en este caso una fundación para su beneficio propio”.

El diputado de Podemos Miguel Ongil consideró que “los que decidían con toda discrecionalidad sobre los gastos eran los presidentes del patronato de la fundación”.

“Lo que hemos visto con la comparecencia de Elorriaga es la naturaleza de Arpegio como una fundación que buscaba desviar fondos públicos para evitar todo tipo de contratos que deben tener el gasto público para decidir a quién beneficiar, que fue a círculos cercanos”, añadió.

“Esto demuestra que la Fundación Arpegio era un chiringuito sin ningún tipo de control que cuando ha estado manos de Granados ha sido una fuente de corrupción”, concluyó.