En declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en el congreso constituyente de la nueva Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) del sindicato, Álvarez criticó que la decisión de la delegada del Gobierno es “volver a utilizar de la peor manera posible un tema que necesita pocos titulares y mucho diálogo”.

Para el líder ugetista, esta medida supone un "ataque a la libertad de expresión” y provoca que se dé "importancia a una bandera que, para depende quién, no debería tenerla”. “Es una bandera como muchas otras”, insistió el dirigente sindical, quien agregó que “la delegada del Gobierno la sitúa con una importancia y un marco que creo que no le corresponde".

En su opinión, la decisión es "echar más gasolina al fuego y dar un balón de oxígeno a los que no quieren hablar de los problemas de España ni qiueren que los problemas de Cataluña se discutan en una mesa, que es como corresponde".

Por esta razón, sostuvo que “sólo empezaremos a cambiar la situación de Cataluña o de cualquier otra comunidad autónoma en el momento en el que los ciudadanos lleguen a la conclusión de que cuando alguien haga esto -utilizar el problema con Cataluña- con razones electorales, espurias, no deben servirles para ganar votos sino para un rechazo frontal".

Por otro lado, apuntó que Dancausa es “una señora que nos trae recuerdos” al sindicato, ya que su padre, el abogado y político Fernando Dancausa, “firmó un documento en contra de que el Gobierno fuera tan tolerante con la legalización de UGT”.

“Estábamos en una situación de alegalidad después del franquismo y su padre participó pidiendo mano dura contra la UGT”, aseveró Álvarez, quien añadió que "eso no lo puedo olvidar".