La Fundación del Teatro Lírico, que se constituyó en 1995 por la Administración General del Estado, a través del Ministerio de Cultura y la Comunidad de Madrid, se encarga de gestionar el Teatro Real de Madrid y el Teatro de la Zarzuela.

Esta fundación, que nació con el fin de llevar la programación y gestión de actividades musicales, líricas y coreográficas, tiene entre sus fines fomentar la difusión, el aprecio y el conocimiento de dichas artes. Posteriormente, el Teatro de la Zarzuela pasó a ser gestionado por el Ministerio de Cultura, por lo que, en la actualidad, la sede propia y única de la Fundación Teatro Lírico es el Teatro Real de Madrid.

Según los estatutos de la Fundación aprobados en diciembre de 2007, el Patronato está presidido por Gregorio Marañón y Bertrán de Lis y cuenta, además, con seis vocales nombrados por su cargo: la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; el vicepresidente y consejero de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Félix Palomero, y la subsecretaria del Ministerio de Cultura, María Elvira del Palacio.

Además, el Ministerio de Cultura designa siete vocales y la Comunidad cinco. Tal y como está dispuesto en los estatutos de la fundación, la Comunidad financia el 27,5% de las aportaciones públicas de la misma, mientras que la Administración General del Estado, que es la otra Administración pública fundadora, aporta el 72,5%.