Con esta visita Margallo pretende visibilizar su apoyo al Gobierno de Trípoli que cuenta con el reconocimiento de la comunidad internacional. De este modo, el jefe de la diplomacia española se suma a los viajes que ya han realizado a este país sus homólogos de Italia, Francia, Alemania y Reino Unido.

El avión militar en el que se desplazó el ministro trasladó material humanitario proporcionado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) que se entregará a los desplazados internos del país que viven en primera persona los estragos causados tras la caída del coronel Muamar Gadafi y cómo los terroristas del autoproclamado Estado Islámico (EI) controlan alrededor de 300 kilómetros de sus costas.

Margallo se dirigirá desde el aeropuerto de Trípoli hasta la base naval acorazada donde se encuentran refugiados el Ejecutivo de unidad y el Consejo presidencial nombrado por Naciones Unidas.

Libia es un país que padece una guerra civil y el caos desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara el alzamiento militar con el dictador Muamar Gadafi.

Su caída provocó la división de Libia en varias facciones que se disputan el control del poder. Desde 2014 este país cuenta con dos parlamentos (el de Trípoli, de mayoría islamista, y el de Tobruk, de corte liberal y reconocido por la comunidad internacional), cada uno de ellos respaldado por una parte del antiguo ejército libio, distintas milicias, señores de la guerra, líderes tribales y contrabandistas de personas, armas, petróleo y drogas.

GOBIERNO DE UNIDAD

A ello se suma el hecho de que grupos yihadistas vinculados al autodenominado Estado Islámico (EI) y a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) se aprovechan de estos enfrentamientos para ganar terreno e influencia en el norte de África.

Con el objetivo de dotar de estabilidad al país, la ONU auspició un Gobierno de unidad nacional que debía contar con el aval de los dos parlamentos enfrentados. Este Ejecutivo cuenta con Faiz Serraj como primer ministro y con tres viceministros y dos ministros de Estado.

Este Ejecutivo de unidad nacional, reconocido por la comunidad internacional, provocó la existencia simultánea en Libia de cuatro gobiernos de facto: el de unidad nacional, el de Trípoli, el de Tobruk y el EI, que gana terreno en Sirte y que controla 300 kilómetros de costa del país.

A pesar de ello, el Ejecutivo de Serraj ya ha podido instalarse en Trípoli, donde se ha hecho con el control del Banco Central, la Compañía Nacional de Petróleo y la agencia encargada de la inversión en el exterior.

Este lunes el Gobierno libio confirmó que había tomado el control administrativo de siete ministerios, lo que permitirá aplicar el acuerdo entre Trípoli y Tobruk para conseguir la estabilización del país.