En una intervención en un acto informativo organizado por Europa Press, De Guindos reveló también que dichas previsiones contemplan que el déficit público termine el año 2019 en el entorno del 1,5%.

A este respecto, aseguró que “las hipótesis” del cuadro macroeconómico que presentará mañana el Ejecutivo son “muy prudentes”. De hecho, ya anunció que la previsión de crecimiento del PIB se reduce hasta el 2,7% en 2016 y hasta el 2,4% en 2017.

En cuanto a la nueva senda de déficit, que contempla un objetivo del 3,6% este año y del 2,9% el que viene, y la posibilidad de que España pueda ser multada por Bruselas por el incumplimiento de 2015, defendió que “nadie puede poner en duda” el esfuerzo realizado durante la última legislatura.

Además, destacó que en 2015 España consiguió por primera vez desde el inicio de la crisis reducir el peso de la deuda pública en relación con el PIB, algo que no han logrado otros países europeos con déficit menores.

En la misma línea, afirmó que otro aspecto que debe tener en cuenta Bruselas es que el programa de reformas llevado a cabo por el Gobierno de Rajoy “no tiene parangón”.

Preguntado por el impacto de la incertidumbre política durante los últimos meses, afirmó que “no se está notando mucho” y atribuyó más impacto de la situación económica internacional que de la situación política española en la desaceleración que se puede estar produciendo.

De hecho, para el ministro, existen “una serie de riesgos importantes” a nivel europeo como el terrorismo, la crisis de los refugiados, el ‘brexit’, el incremento del populismo o Grecia, que “va a volver a ser un tema de actualidad”.

En consecuencia, sostuvo que “lo que debemos preguntarnos es cuánto podíamos haber crecido más con un Gobierno estable y con una agenda política correcta” ya que considera que “el año 2016 podría haber sido mejor que 2015”.

Sobre posibles frenos a la inversión durante este periodo, descartó que haya sido un fenómeno generalizado, aunque sí ha podido ocurrir en el sector inmobiliario y de la construcción.