En su intervención, en la sesión de control de las Cortes valencianas, Camps aseguró que la subida del IVA tendrá un coste para todos los valencianos de 500 millones de euros, y especificó que en el caso de la Administración autonómica el alza supondrá un importe de 50 millones de euros de los que 28 corresponderían a la sanidad pública.

"No es, por tanto, la mejor decisión", sentenció Camps, quien afirmó que esta decisión del Gobierno de España perjudica a quienes dedican su mayor parte de la renta al consumo: pensionistas, parados, jóvenes y aquellos con las rentas más bajas.

En este sentido, el jefe del Consell subrayó que por encima de todo "es una mala noticia" porque significa que "el Gobierno no sabe cómo salir de la crisis". Así, afirmó que los ciudadanos "tenemos un grave problema con la falta de confianza que ha generado" el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y las decisiones que ha tomado hasta ahora.

"Nos hace pagar sus malas previsiones, discursos y planificaciones", aseguró, "y además ahora los valencianos pagaremos su falta de previsión con 500 millones de euros", dijo.

Camps explicó que "no es la primera vez" que un Gobierno socialista apuesta por subir los impuestos a los ciudadanos y destacó que, en lo referente al IVA, "ya lo subieron a principios de los años 90". "No es ninguna novedad", aseveró, y lamentó que se opte por estas decisiones "ante la falta de esfuerzo y su incapacidad para dar una respuesta eficaz a la crisis".

También destacó que la inmensa mayoría de los españoles está en contra de la subida del IVA. "Ocho de cada diez valencianos está en contra, y esto significa que se genera una desconfianza real de la sociedad de consumir y de creer en sus posibilidades en cuanto a las decisiones del gobierno de Zapatero y que presumiblemente agrave la situación económica de nuestro país", subrayó.

Así, el jefe del Consell aseguró que "el Gobierno de Zapatero, con la inestimable ayuda de los socialistas valencianos nos ha hecho la vida imposible a lo largo de estos años", al tiempo que que "si hubiese sido por el Gobierno de Zapatero posiblemente la Comunidad Valenciana ni existiría".

SÍ A LOS TRASVASES

En materia hídrica, Camps reiteró que el Consell está en contra del establecimiento de una reserva hídrica en el estatuto de Castilla-La Mancha que imposibilite el futuro del trasvase Tajo-Segura, pero que está a favor del trasvase del Ebro y el del Júcar-Vinalopó. "Más claro, agua", manifestó.

Camps recalcó que se trata de una cuestión estratégica para el presente y futuro de la Comunidad Valenciana y "lo dijimos desde el primer instante". "Continuaremos defendiendo lo que es nuestro, nuestro presente y nuestro futuro", dijo.