Rubalcaba se pronunció sobre este asunto en la sesión de control del Congreso, donde el diputado del PP Ignacio Gil Lázaro le preguntó sobre si es posible que se diera el soplo a la banda etarra sin que lo supiera el titular de Interior.

A este respecto, el ministro dijo que no tenía "nada nuevo" que decir sobre este asunto, después de que los populares lleven semanas preguntándole en las Cortes sobre el mismo.

No obstante, Rubalcaba dijo que pasarán "a la historia del Parlamento" las "calumnias" e "injurias" que Gil Lázaro le había dirigido en su intervención ante la Cámara. Además, el ministro respondió a este diputado que deben dar cuenta ante la Justicia los "culpables" de cualquier delito, no sólo del chivatazo a ETA, en posible referencia al "caso Gürtel", referido a la corrupción de miembros del PP.

Por su parte, Gil Lázaro sostuvo que Rubalcaba y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero están "acorralados" por el "caso Faisán", porque "la unidad contra el terrorismo se basa en el respeto escrupuloso de la ley y cuando se comete un delito es un suicida considerar que nunca nadie conseguirá probarlo".

Además, el parlamentario popular sostuvo que en este caso se han cometido irregularidades, como que se tardaran tres días en dar cuenta del chivatazo al juez Fernando Grande-Marlaska; que se repartieran "prebendas" a cargos policiales "para que nadie hablara"; o convertir al ex director de la Policía Víctor García Hidalgo en "cabeza de turno" del soplo a los etarras.