Así se expresó el jefe de la diplomacia española durante su discurso ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en Estrasburgo (Francia). Subrayó que durante los últimos 40 años España ha tenido que superar retos. “El más terrible, el terrorismo” como el que práctico ETA, cuya actividad comenzó en 1960.

Esto le sirvió para aseverar que “todo terrorismo nace del odio y del desprecio a la vida, y es un crimen contra la humanidad”, al tiempo que manifestó que “el mal se manifiesta en distintas formas dependiendo de las circunstancias y de los tiempos históricos”, como quedó patente en España el 11 de marzo de 2004 cuando 190 personas fueron asesinadas y más de 1.800 resultaron heridas.

Margallo manifestó que actualmente el yihadismo está representando “sobre todo” por los terroristas del autoproclamado Estado Islámico (EI), “una organización que utiliza el terror pero no es sólo una organización terrorista”, ya que controla territorios en Siria, Iraq y Libia y presta en esos territorios los servicios propios de un Estado, se financia con recursos propios y ajenos, recluta luchadores en todo el mundo y se sirve de las redes sociales para difundir su doctrina.

VÍCTIMAS

Al mismo tiempo advirtió de que otros grupos yihadistas como Boko Haram han jurado fidelidad al EI al “califa” de Raqqa (Siria). Margallo dejó claro que el yihadismo “nos amenaza a todos” como ha quedado patente en los recientes atentados de Bruselas, París y Estambul, lo que le sirvió para manifestar que “con los terroristas no se negocia. Se les derrota. Sólo con la ley pero con toda la ley.

El ministro comentó que la intervención militar no es una respuesta “suficiente”, ya que, a su juicio, es necesario “combatir la radicalización” que “conduce a parte de la juventud a alimentar sus filas”.

Margallo anunció que España pone a disposición de esta lucha común su propia experiencia e iniciativas multilaterales como la Alianza de Civilizaciones, el Centro Internacional de Diálogo Intercultural e Interreligioso de Viena (Kaiciid) o la Unión por el Mediterráneo.

A su vez, el ministro apostilló que “recuperar y mantener viva la memoria de las víctimas es vital para que el horror no vuelva a repetirse”, ya que “en demasiadas ocasiones hemos visto que las víctimas han sido presentadas como culpables y merecedoras, por tanto, de su sacrificio”.

“Para que la voz de las víctimas llegue a todos los rincones del mundo, es importante que las puertas del Consejo de Europa estén siempre abiertas para ellos. Por memoria, por dignidad y por justicia”, remachó.