Los miembros de la directiva provincial de Podemos en Salamanca indican en un comunicado que dieron un paso a costa de su vida "personal, familiar y profesional" para construir en Salamanca y Castilla y León "una mayoría social que permitiese salir a la provincia de la periferia política, económica y simbólica" en la que, a su juicio, fue situada "por los gobiernos de turno".

Sin embargo, y debido al "aumento insoportable de la violencia interna dentro del partido en Castilla y León y el abuso de poder y persecución política y organizativa por parte de la directiva autonómica hacia la Secretaría General y el Consejo salmantinos", finalmente decidieron presentar su dimisión en bloque.

En el comunicado, los ya exdirectivos de Podemos Salamanca critican "el giro hacia la enésima refundación de una estrategia política y cultura organizativa basada en la depredación interna" y lo que consideran la "incapacidad de la actual directiva de Podemos Castilla y León para construir un grupo territorial fuerte que genere el respeto debido a la región en el conjunto de la organización", acusando a su vez a la directiva nacional de "abandono" hacia quienes construyen, según el comunicado, "pueblo y organización desde la base orgánica del partido".