En una entrevista en TV3 recogida por Servimedia, aseguró que no da “ningún valor” a los últimos comunicados de ETA y de la izquierda abertzale, y defendió que el proceso de paz de 2006 fue “una gran oportunidad perdida” por parte de ese mundo.

“Después del proceso de paz, del esfuerzo que yo hice, que fue muy grande, con muchas críticas, para intentar que por la vía de la palabra y el diálogo renunciara a violencia, no fueron capaces de mantener ese mínimo coraje”, denunció, y llegados a este punto “no cabe esperar otra cosa que la renuncia definitiva, global, incuestionable de la violencia” por parte de “lo que queda” de ETA que es “cada vez menos”.

Los dirigentes de la izquierda abertzale, estén o no en prisión, añadió el presidente, “lo único que pueden hacer es salir y exigir a ETA no más violencia, no más asesinatos, no más muertes”. Sólo a partir de ese paso “podrán ser escuchados”, sentenció.