Según informaron los responsables de la encuesta, la mayor parte de ese porcentaje considera que la crisis puede hacer peligrar su puesto de trabajo en un "corto período de tiempo".

Además, hay una pequeña proporción que aseguran "serán despedidos inminentemente debido a la situación económica que sufre el país", y otra que "cuentan con un contrato temporal, creen que no se les renovarán".

Los efectos de la crisis económicas se ven más allá de las perspectivas laborales, y más de la mitad de los encuestados(53%) ha modificado sus planes este verano debido a la crisis.

Entre las opciones elegidas se encuentran irse de vacaciones como en años anteriores, pero no prolongar su estancia tantos días, buscar lugares más económicos o directamente no tener vacaciones.

En cuanto a las salidas a restaurantes y bares de copas, muy típicas en estas fechas, el 57% de los españoles las han visto modificadas o reducidas debido a su situación económica.

Además, un 22% de los españoles ha optado por comprar marcas blancas de los supermercados y un 21% selecciona más concienzudamente los productos que compra.

Sólo el 31% de los españoles asegura llevar la misma vida que llevaba antes de la crisis económica, no viéndose modificado su día a día. El 69% de españoles restantes aseguran que su día a día sí se ha visto afectado por la situación económica del país, por ejemplo, un 32% intenta consumir menos luz, agua o electricidad.