El Gobierno cifra las viviendas vacías en un 11,21 por cieto del parque total, pero considera que sólo un 2,21 por cien pueden calificarse realmente como "desocupadas". Ese es el porcentaje de pisos pendientes de ser alquilados o vendidos tras ser ofrecidos en el mercado por sus dueños.

El 9 por cien restante corresponde, según la Administración, a "viviendas vacías que por diversos motivos sociales y económicos de precaución, previsión de necesidades familiares en un futuro próximo, de vinculación con un pasado familiar o para hacer ganancias en el futuro ms o menos próximo, son mantenidas vacías, es decir, retenidas, por lo que en realidad no son viviendas desocupadas".

Las comunidades autónomas en las que hay un mayor porcentaje de viviendas vacías de estas características son Murcia, Galicia, Extremadura, La Rioja, Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Castilla y León, Baleares y Andalucía. Las demás regiones están por debajo de la media.

De estos datos se deduce, afirma el Gobierno, que la mayor desocupación se da en las comunidades de dond han partido grandes contingentes de emigrantes y en las que tienen una alta densidad turística. Además, un 36 por cien se encuentra en poblaciones de menos de 10.000 habitantes.

ESTADO RUINOSO

Por lo que se refiere al estado de estas viviendas, un 19 por ciento están en ruina y otro 34 por cien deterioradas, como consecuencia sobre todo de su antigüedad: el 31 por cien fueron construidas antes de 1900 y un 27 por cien entre 1901 y 1940.

Atendiendo a estos datos, el Gobierno considera que "una ctuación sobre las viviendas vacantes no ofertadas tendría unos efectos muy limitados en la resolución del problema de la vivienda principal, dado que viviendas desocupadas no ofertadas y déficit carencial de vivienda tienen por lo general diferentes ubicaciones geográficas".

A pesar de ello, "no se descarta -señala la respuesta del Ejecutivo- el establecimiento de un trato fiscalmente penalizador en relación con la tenencia de viviendas desocupadas, bajo ciertas condiciones y límites, si bien una decsión al respecto depende de los análisis que se están llevando a cabo".

El Gobierno asegura, por otro lado, que el número de pisos desocupados, entendiendo por tales los que no son utilizados como vivienda principal o secundaria, ha disminuido desde el Censo de la Vivienda de 1981.