Según dijo Gallardo a Servimedia, los cargos de extorsión, pertenencia a organización criminal y fraude a la Hacienda Pública que se imputan a Manos Limpias “no demuestran que las acusaciones sean falsas”, sino que éstas “responden a intereses espurios y particulares”.

“El problema no es tanto que se hayan presentado acusaciones basadas en hechos falsos, sino que se haya utilizado eso para cometer otros delitos, como extorsiones. Indudablemente, el prestigio de estas acusaciones sufrirá, pero no tiene por qué afectar a la marcha de la causa”, mantuvo el portavoz de FJI.

Aunque Gallardo sostuvo que las detenciones “le han cogido por sorpresa”, sí que reconoció que “visto con perspectiva, no estaba muy claro de dónde salía el dinero que supone llevar tantas acusaciones”.

El portavoz de este colectivo de jueces argumentó que lo que habría que hacer para que no se generen casos como éste es “restringir, y mucho, la posibilidad de que los particulares puedan sentar a gente en los banquillos”.

“Es una anomalía procesal, que no existe casi en ningún país del mundo salvo en España. Y que no existe para evitar que pasen estas cosas, que se acuse a alguien por intereses espurios y particulares”, zanjó.