El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, defendió su iniciativa "entre el cabreo y el desánimo" por saber que muchas de las medidas aprobadas tendrán un recorrido muy corto si se repiten las elecciones. "Estamos perdiendo una oportunidad histórica de cambiar muchas cosas en este Parlamento", dijo en su intervención, algo que es especialmente llamativo "para quienes vimos cómo fue el Parlamento anterior".

Dejó claro que no habla como valenciano "solo de lo mío" sino "de lo nuestro, de lo de todos" para reclamar una reforma "profunda" del sistema que solucione las disfunciones "que se conocen desde hace muchos años".

Francisco de la Torre, de Ciudadanos, defendió una enmienda criticando la gestión de muchas administraciones que ha servido como "excusa para el saqueo y la corrupción" y compartió la necesidad de reformar un sistema que ha sido "un desastre".

Sus reproches se centraron en el PP, al que culpó del "mito propagandístico" sobre su buena gestión económica. "Tenemos un déficit sin control y un Gobierno sin control", alertó, al tiempo que subrayó también lo que pasará con todo lo aprobado si se repiten las elecciones: quedarán "como lágrimas en la lluvia".

Julián López Milla, del PSOE, denunció las cartas "amenazadoras" del Gobierno a las comunidades autónomas después de años "intentando asfixiarlas" con exigencias mayores que las del Estado y descargando sobre ellas la responsabilidad de la desviación en las cuentas públicas.

Alexandra Fernández, de En Marea y en nombre de todo el grupo de Podemos, alertó de que tratar igual a quienes tienen condiciones diferentes "suele acarrear más desigualdad", y pidió tener en cuenta criterios como la dispersión de la población, su envejecimiento o la orografía del terreno.

"SE EQUIVOCAN DE PAREJA DE BAILE"

Fernández pidió avanzar en propuestas que se consideran justas y dijo al PSOE que el debate sobre ese asunto demuestra "que se equivocan de pareja de baile" y su apuesta por el acuerdo con Ciudadanos "nos lleva a un callejón sin salida cuando podríamos estar trabajando con una mayoría amplia de izquierdas".

Ester Capella, de ERC, acusó al Gobierno de "hacer negocio" con los recursos de los catalanes y de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana y de Baleares. Su opción es permitir la tramitación de la iniciativa y seguir denunciando el "expolio fiscal" y la "infrafinanciación" que sufre Cataluña.

Ferran Bel, de Democràcia i Llibertat apostó por modificar un sistema "caducado, absolutamente insuficiente, pésimo" y que nunca se tendría que haber aplicado, pero juzgó "insuficiente" la propuesta de Compromís por ser "genérica" y no resolver los problemas de Cataluña.

José Enrique Fernández anunció el voto a favor del PP por entender que la iniciativa llega "a remolque" de la convocatoria por parte del Gobierno del Consejo de Política Fiscal y Financiera para abordar esa reforma. En contra de las acusaciones de otros grupos, subrayó que el del PP ha sido el Ejecutivo "más solidario" de la historia en la ayuda a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos.

"De boquilla mucho", dijo a los partidos que criticaron al PP, pero son los gobiernos de ese partido "los que pagan y se comprometen", mientras el PSOE todavía "no ha pedido perdón por cómo dejaron este país".

Las únicas abstenciones fueron las del PNV, cuyo portavoz, Pedro Azpiazu, considera "razonable" esa reforma que afectaría a las comunidades del régimen común y en la que su partido no quiere interferir "por respeto y no intromisión".