Iglesias compareció para explicar la posición de Podemos tras la reunión mantenida el día anterior por equipos de trabajo de su formación con PSOE y con Ciudadanos. Lo hizo después de una reunión interna para fijar esa posición y flanqueado por más de una decena de parlamentarios, entre ellos Íñigo Errejón, Irene Montero, Carolina Bescansa y Xavier Domènech.

Pidió disculpas por no comparecer después de esa reunión, como sí hicieron el PSOE y Ciudadanos, ya que entendieron que las conclusiones eran “de enorme importancia” y requerían “meditar y deliberar”, y agradeció expresamente la “sinceridad y claridad” de los otros dos partidos al exponer sus posiciones.

Explicó que Podemos acudió a esa reunión con una propuesta de “veinte cesiones” que propuso “con mucho dolor”, porque se refieren a asuntos fundamentales de su programa electoral, como la derogación de la reforma laboral del PSOE, y no solo la del PP, o la política fiscal.

Agregó que socialistas y Ciudadanos fueron “enormemente claros” al asegurar que el “único marco” posible de negociación es el acuerdo entre ambos, “del que no se van a mover”, y el equipo de Rivera fue especialmente nítido al asegurar que solo aceptarían “retoques” a ese documento, con el argumento de que no querían avanzar “ni un centímetro más” en la dirección en la que habían estado “obligados” a caminar para pactar con el PSOE.

"PASAPORTE SECUESTRADO"

Además, el PSOE fue “muy claro” al rechazar la posibilidad de un Gobierno proporcional, y ante una pregunta explícita Ciudadanos rechazó de plano cualquier fórmula que pasara por la presencia de Podemos en el Ejecutivo.

“Salimos muy decepcionados”, dijo Iglesias, con la sensación de que el PSOE ha viajado “al país de Ciudadanos” y allí le han “secuestrado el pasaporte” y ya no puede regresar a las posiciones socialdemócratas, “con las que seguramente sería más que posible llegar a un acuerdo con nosotros”.

En algunos aspectos, reconoció, Ciudadanos fue “más claro” y el PSOE “quizá manejó una retórica más abierta a escuchar determinadas cosas”, pero la formación de Rivera “cerró tal posibilidad” y los socialistas no abrieron la puerta a explorar vías distintas a la basada en el acuerdo ya firmado.

Iglesias aseguró que en la reunión se formuló una pregunta a Podemos sobre si están dispuestos a apoyar “un Gobierno de Rivera presidido por Sánchez”, y creen que la decisión es suficientemente importante como para que la tomen las bases.

PREGUNTAS A LAS BASES

Por ello, entre los días 14 y 16 Podemos formulará a sus bases dos preguntas: “¿Quieres un Gobierno basado en el pacto Rivera-Sánchez?”, y “¿Estás de acuerdo con la propuesta de Gobierno de cambio que defienden Podemos, En Comú Podem y En Marea?”. Son dos preguntas “claras” y “honestas”, y la respuesta se conocerá el lunes siguiente, el 18 de abril.

Dejó claro que la dirección de Podemos estará “obligada” a secundar el mandato de las bases, y si ese mandato fuera “algo tan diferente” como lo que la dirección del partido ya votó negativamente en dos intentos de investidura “tendríamos que asumir responsabilidades políticas”.

La “traducción concreta” de esas responsabilidades no está decidida, “ya buscaríamos la fórmula”, pero en su caso lo haría “con todas las consecuencias”, aseguró. No se ha hablado de cómo se concretaría “pero ya me conocen ustedes”, afirmó.

Preguntado expresamente por ello, dijo que como militante de Podemos votará que no a la primera pregunta y sí a la segunda. Ante esa misma pregunta, Errejón se reimitió también a lo que todos los diputados han defendido “con unanimidad” desde el primer momento, el rechazo a dar “un cheque en blanco” al PSOE y la apuesta por el Gobierno de cambio.

“Decimos lo mismo cuando comparecemos en público y cuando tenemos que votar”, sea en una investidura o en una consulta interna, manifestó.

GARICANO "NEGANDO CON LA CABEZA"

Iglesias sentenció que en esa reunión “a Podemos le dijeron que no a todo”, y dejó claro que si alguien ha roto la negociación es quienes han respondido con “inmovilismo” al partido que “más cesiones” ha hecho en el intento de conformar un Gobierno.

De la reunión, dijo, se quedan con la imagen del coordinador económico de Ciudadanos, Luis Garicano, “negando con la cabeza” cuando se exponían las propuestas y dejando claro que no estaba dispuesto a que el PSOE “recupere lo que perdió” negociando ese acuerdo.

La pregunta de si Podemos respaldaría un Gobierno con presencia de Ciudadanos no se formuló en la reunión, dijo Iglesias. Si al menos se hubiera abierto la puerta a un Ejecutivo “a tres”, añadió, “al menos lo habríamos considerado”, pero desde el principio se rechazó la entrada de Podemos.

Si finalmente se repiten las elecciones, Podemos informaría “en tiempo y forma” de su programa, pero en opinión de Iglesias tendría que “parecerse mucho” al que defendió en los comicios del 20 de diciembre y no a las cesiones que ha propuesto para intentar llegar a un acuerdo con el PSOE.

Iglesias no quiso entrar en la comparación con Felipe González, que defendió la permanencia de España en la OTAN y amenazó con dimitir si el resultado era el opuesto. Se remitió a lo que dice José Bono “con razón”: “yo tendría que nacer veinte veces para parecerme a González. O treinta, o cuarenta”, ironizó.