En su primera intervención como presidente, Álvarez-Pallete ha ratificado la estrategia de crecimiento de la compañía y el “compromiso expreso” con los accionistas de ofrecer una “atractiva política de retribución” que en 2016 se traducirá en un dividendo de 0,75 euros por acción, según informó Telefónica en nota de prensa.

Además, el Consejo de Administración ha vivido la renovación de cuatro de sus miembros, con la salida del exresponsable de la compañía en Latinoamérica, Santiago Fernández-Valbuena, junto a Fernando de Almansa, Carlos Colomer y Alfonso Ferrari.

En su sustitución, se incorporan al Consejo el ex director general del BBVA y actual vicepresidente del Banco Sabadell, Javier Echenique; la vicepresidenta del Grupo Iberostar, Sabina Fluxà; el expresidente de Siemens Peter Löscher y el físico Ignacio Cirac.

PROPUESTA DE ALIERTA

El pasado 29 de marzo el hasta ahora presidente, César Alierta, anunció que abandonaba su cargo al frente de la compañía y propuso a Álvarez-Pallete, entonces consejero delegado, como su sustituto.

Alierta, que abandona el cargo tras casi 16 años al frente de la operadora, subrayó que consideraba a Álvarez-Pallete “el directivo más preparado para afrontar con éxito los retos que impone la revolución digital”.

No obstante, Alierta, que llegó a la Presidencia de la operadora en el año 2000, seguirá formando parte del Consejo de Administración de la compañía, en el que está desde 1996, y se mantendrá como presidente ejecutivo de la Fundación Telefónica .

Antes de dirigir el grupo, Alierta, que en mayo cumplirá 71 años, fue presidente de Tabacalera entre 1996 y 2000, periodo en el que la compañía se fusionó con Altadis.

Hace algo más de tres años, en 2012, el propio Alierta designó a Álvarez-Pallete como consejero delegado, iniciando así un proceso que concluye ahora con su nombramiento como presidente.

Álvarez-Pallete, que en diciembre cumplió 52 años, se incorporó a la compañía en febrero de 1999 como director general de Finanzas de Telefónica Internacional, aunque meses más tarde pasó a ocupar la Dirección General de Finanzas Corporativas.

En el año 2002, ya con Alierta como máximo responsable del grupo, fue designado presidente de Telefónica Internacional y luego de Telefónica Latinoamérica, cargo que ocupó hasta su nombramiento como presidente de Telefónica Europa en 2011. Un año después accedió al cargo de consejero delegado de Telefónica.