Lo dijo durante la comparecencia de Rajoy en el Congreso de los Diputados para explicar los acuerdos del Consejo Europeo, y comenzó su intervención celebrando que el Parlamento funcione pese a que no haya relevo en el Gobierno y pidiendo “un último esfuerzo” para evitar el conflicto de atribuciones.

Rivera pidió respeto a la separación de poderes, reclamó “no echar cal viva” a Montesquieu sino “desenterrar” su figura, y pidió “llevarnos bien” entre el Parlamento y el Gobierno, ejerciendo cada cual su función.

Lamentó en relación al ‘brexit’ que no solo se esté consolidando la Europa a “dos velocidades” sino a tres: “los que creemos en Europa, los que creen un poquito y los que no creen nada”, y que se firmen acuerdos que contienen “privilegios, exenciones” y que suponen “dar marcha atrás en la ciudadanía europea”.

En ese sentido, pidió que España sea un “agente activo” en los valores que hicieron posible la construcción europea, y que no se limite a ejercer un papel “pasivo, que no molesta, que no dice nada”.

“La Unión Europea es un espacio de libertades, de derechos humanos, un proyecto común político y no solo económico, el lugar donde queremos que vivan nuestros hijos y nuestros nietos” y por ello “nos preocupan los pasos atrás que estamos dando”, dijo.

Rivera considera “un parche” el acuerdo con Turquía para expulsar a los refugiados que llegan a Grecia, y considera “fuerte” asumir que Europa no puede garantizar los derechos humanos y por eso tiene que “externalizarlos”. Vivir en Europa, alertó, también implica “ser solidario con quienes no vienen por gusto” sino huyendo de una guerra.

"INCAPACES DE MIRARNOS AL ESPEJO"

El hecho de buscar una respuesta común, dijo, no puede ser la excusa para “bajar el listón” y que esa respuesta sea “cobarde”. No se puede construir Europa, añadió, “si somos incapaces de mirarnos al espejo” o de “reconocernos” al ver lo que pasa en las fronteras.

En su opinión, 16.000 refugiados es algo “perfectamente asumible” para España, y adoptar un papel activo en ese ámbito no solo sería acorde con los valores europeos, sino que además sería la mejor manera de contribuir a frenar a la extrema derecha en los países que más refugiados están acogiendo.

Subrayó que en España miles de familias saben lo que es el exilio y buscar asilo en otro país huyendo de la guerra o de la represión, y “no podemos permanecer ajenos” ni por motivos económicos, ni políticos, ni legales, ni históricos, y si el Estado no lo organiza cada ayuntamiento querrá hacerlo sin tener competencias para ello.

“Europa tiene que seguir siendo libertad, seguridad y derechos humanos”, declaró Rivera, que pidió además “responsabilidad” al Gobierno y al PP para que nadie de ese partido diga que entre los refugiados llegan personas que pueden “poner bombas”. “Es intolerable”, dijo, confundir con yihadistas a personas que, precisamente, huyen de ese yihadismo.

Rivera criticó también a Podemos por “mezclar” la legislación sobre extranjería con la política de asilo, y echó mano de los supuestos vínculos de ese partido con Venezuela e Irán para precisar que su concepto de derechos humanos es “distinto” del suyo. Entre la “demagogia de laboratorio” de Podemos y la “pasividad” de Rajoy, manifestó, es necesario encontrar un espacio de sentido común.

Europa siempre se ha construido “con dos pasitos adelante y uno para atrás”, continuó, “pero uno, no cuatro”, y si se mantiene como gigante económico pero “enano” político nunca conseguirá ser los Estados Unidos de Europa.