Según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid, la investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de varias denuncias similares, en las que el presunto autor de los hechos entablaba conversación con personas en bares de copas o discotecas de madrugada.

Tras conversar y ganar su confianza, conseguía que lo acompañaran hasta una zona de ocio en concreto, donde aprovechaba que las víctimas acudían al cuarto de baño o tenían algún despiste para echar en sus consumiciones algún tipo de sustancia psicotrópica.

En la mayoría de los casos utilizaba benzodiacepina o ketamina, cuyo efecto es aturdimiento y confusión en un primer momento, para posteriormente ocasionar la pérdida de la consciencia.

El detenido aprovechaba ese primer estado de desconcierto para engañar a las víctimas y conseguir el número PIN de sus tarjetas de crédito o débito. Una vez inconscientes por el efecto de la sustancia, sustraía todos los demás efectos de valor que portaban y realizaba numerosas extracciones de dinero con las tarjetas robadas. En los casos esclarecidos hasta el momento, los denunciantes se daban cuenta del robo al despertar en el hospital.

Con las características físicas aportadas por las víctimas, y teniendo en cuenta el idéntico patrón de conducta y el mismo ámbito de actuación en todos los casos, los investigadores consiguieron localizar, identificar y detener al presunto autor, que en el momento de su arresto llevaba más de 1.200 euros en efectivo.

El detenido cuenta con varios antecedentes policiales y ya ha sido puesto a disposición judicial.