El recorrido actual de la competición, promovida por la Sociedad de Montaña Ártrabos con la colaboración del concejo de Oleiros y el Club de Atletismo Sada, atraviesa el entorno de los acantilados de la Costa de Dexo, un espacio declarado Monumento Natural y que forma parte de Natura 2000, una red de espacios protegidos de la UE por su alto valor ambiental.

Las ONG que hacen la petición son Adega, Amigos de la Terra, Grupo Naturalista Hábitat, SEO/BirdLife, Sociedade Galega de Historia Natural, Sociedade Galega de Ornitoloxía y Verdegaia.

En una carta enviada a los organizadores de la carrera y a la Consejería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, las organizaciones recuerdan que las colonias de cormorán de la Costa de Dexo son “de especial relevancia”, al constituir uno de los principales núcleos de cría de esta especie en la costa continental de la Península Ibérica.

El trazado previsto por la organización para el paso de los 350 corredores se sitúa, pese a las advertencias de las organizaciones ambientales, a pocos metros de la colonia de cormorán moñudo en plena época de cría, con el potencial riesgo de molestias e impactos sobre la reproducción de esta especie gravemente amenazada y patrimonio común de la sociedad.

Las asociaciones firmantes consideran “inaceptable” el tránsito por el entorno de la colonia, tanto por las potenciales molestias durante la carrera como por su apertura a un futuro uso público descontrolado, y han solicitado la vuelta al trazado original empleado en las anteriores cinco ediciones.

Esta petición cuenta con el aval de la comunidad científica, representada por algunos de los principales investigadores de las tres universidades gallegas en materia de conservación de la biodiversidad.

Por otra parte, las ONG denunciaron también el impacto de la carrera sobre el castro catalogado de Punta Roza, en la parroquia de Dexo, puesto que se introduce en su Área de Protección Integral y atraviesa sus parapetos defensivos, algo que puede aumentar la erosión de los muros de este elemento tradicional.

“Las carreras de montaña son una actividad saludable, limpia y respetuosa con el medio, además de potenciales dinamizadoras de áreas rurales. Sin embargo, para garantizar su completa sostenibilidad, es necesario regular adecuadamente su paso por espacios naturales protegidos, destinados a preservar nuestro patrimonio natural y a garantizar un uso público en armonía con la riqueza natural que alojan”, señalaron.