“No me cierro a que haya representantes de Podemos dentro del Gobierno, como tampoco a que haya representantes de Ciudadanos”, dijo en una entrevista en la Ser recogida por Servimedia, sin precisar si se refiere a ministros y de forma específica a los líderes de esos partidos, Pablo Iglesias y Albert Rivera.

Sánchez enfatizó esa posibilidad el día antes de reunirse con Iglesias para intentar desbloquear el diálogo con esa formación. Le dirá, según explicó, que es “urgente” llegar a un acuerdo para formar un Gobierno de cambio que acabe con la etapa del PP.

“Creo que hay opciones” aún, a pesar de que queda poco más de un mes para que concluya el plazo constitucional establecido para la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones. “Ya no hay mucho margen de error”, dijo en ese sentido.

Por eso, en la reunión con Iglesias “voy a serle muy franco” sobre la necesidad de “desbloquear” el dialogo porque “no tiene mucho sentido prolongar la agonía de un Gobierno asediado por la corrupción” y de un presidente, Mariano Rajoy, que es “un tapón” para la regeneración y que “no tiene nada que ofrecer” a los españoles.

"MÁS SOCIAL QUE IDENTITARIA"

Sánchez cree que el PSOE y Podemos “podríamos llegar a un entendimiento” sobre políticas concretas de lucha contra la desigualdad, empleo o recuperación de derechos, siempre que se impulse una “agenda común que tiene que ser más social que identitaria”.

En respuesta a la insistencia de Iglesias por reclamar un Gobierno como el de la Comunidad Valenciana, Sánchez subrayó que en ese caso se trata de un Ejecutivo del PSOE y Compromís “apoyado por Podemos desde fuera” cuyo principal objetivo era poner fin a veinte años de gestión del PP marcados por la corrupción. “Lo que tenemos que hacer realidad es el espíritu de ese Gobierno, propiciar el cambio”, dijo.

Sánchez cree que “en absoluto” se equivocó al firmar el acuerdo con Ciudadanos. Es más, considera que ese texto es “condición necesaria” para el Gobierno de cambio y lo que quiere hacer es “sumar” a Podemos a ese acuerdo.

Aunque no descarta ninguna formulación para ese Gobierno, reconoce que con noventa escaños es “muy difícil” que pueda ser monocolor y no descarta incluir a “representantes” de Podemos y de Ciudadanos, pero siempre acordando primero “la hoja de ruta”.

Las mismas discrepancias que Iglesias tiene ante Rivera, dijo, “las tengo yo”, pero hay que saber leer el resultado de las elecciones y asumir que el cambio pasa por la transversalidad y el “mestizaje ideológico”. Hay “muchas cosas” que le separan de Ciudadanos, insistió, pero les une “sacar a España del atasco político en el que la ha sumido Mariano Rajoy”.