Al Kaissy, oficial de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Iraq (Unami, en sus siglas en inglés), fue encontrado muerto el pasado 15 de febrero tras ser secuestrado en abril de 2015. Era el primer trabajador de la ONU fallecido en acto de servicio desde 2010.

“Reitero mi condena de este asesinato despreciable y mi llamamiento a las autoridades iraquíes a llevar a los responsables ante la justicia”, dijo Ban en un mensaje con motivo del Día Internacional de Solidaridad con los Miembros del Personal Detenidos o Desaparecidos, que se celebra este viernes, 25 de marzo.

En su mensaje, recogido por Servimedia, Ban indicó que seis personas de Naciones Unidas fueron secuestradas el año pasado por agentes no estatales antes de ser liberado y que 20 civiles continúan ahora detenidos.

“Este inaceptable silencio pone en peligro a las personas afectadas, al tiempo que socava la misión más amplia de las Naciones Unidas. El personal, especialmente el desplegado en condiciones peligrosas, merece una protección plena y derechos. Algunos son empleados locales que se esfuerzan en el progreso de sus propios países. Otros están lejos de sus respectivos hogares y familias. Todos representan lo mejor de Naciones Unidas”, explicó.

Ban llamó a todas las partes a respetar los derechos, los privilegios y las inmunidades del personal de la ONU y recordó a las autoridades nacionales su responsabilidad en proteger a los trabajadores de Naciones Unidas y en prevenir violaciones de derechos humanos contra ellos.

“El personal de Naciones Unidas merece una protección completa mientras se esfuerza por cumplir con nuestra misión de fomentar el desarrollo, la paz y los derechos humanos en todo el mundo”, concluyó.