IU de Madrid fue disuelta el pasado verano por la dirección federal de la coalición, que la “desfederalizó”.

SUPERAR EL DESENCUENTRO

En el documento alternativo de Villares se propone “una adaptación estatutaria a los objetivos y sobre todo una adaptación de nuestra mente y nuestra práctica a superar nuestro peor enemigo: el desencuentro político interno y la falta de voluntad para abordarlo con normalidad y equilibrio superador”.

En este documento, denominado 'La izquierda por el encuentro y la unidad', se señala que “no somos de los que hacen de las formas un problema constante, pero la prisa con la que hemos abordado este proceso solo tiene una única justificación que nos parece clara: la necesidad de conquistar la organicidad plena en Izquierda Unida de Madrid”.

Los redactores del texto exponen que, “para ello, esta Asamblea es solo un primer paso. Necesitaremos más debates y más acuerdos. Hagamos un buen comienzo, y apostemos por una Asamblea de unidad interna para la convergencia política de la izquierda”.

“Por ello, proponemos que los que hoy somos y los que seamos (y seremos más si lo hacemos bien), abordemos un proceso asambleario ordinario en un plazo no superior a un año”, añaden.

PLURALIDAD

En el otro documento alternativo, denominado 'Por la reconstrucción de IU en la Comunidad de Madrid', se señala que la coalición “debe continuar desarrollando su práctica política sobre la base de que la contradicción capital/trabajo determina e impregna el resto de las contradicciones”.

En el texto se indica que “entendemos que hay que salvaguardar y garantizar la pluralidad interna de la nueva IU de Madrid” y se añade que “son necesarios mecanismos efectivos para gestionar de forma políticamente constructiva esa pluralidad y el debate interno”.

Asimismo, se considera “necesario reforzar el carácter realmente participativo de la militancia en todas nuestras decisiones y también en nuestras prácticas y trabajo”.

“Las cuestiones fundamentales deben ser ratificadas por todos y todas”, según los autores del documento, que manifiestan que “nuestro objetivo central es reforzar en la Comunidad de Madrid el componente de movilización social, considerando que el lugar preferente de nuestro trabajo está en la lucha social y en las organizaciones sindicales y sociales”.

CRISIS PROFUNDÍSIMA

En el documento de la comisión organizadora, firmado entre otros por Álvaro Aguilera, Alberto Arregui y Maite Pina, se expone, respecto a los pasados resultados electorales, que “no deben ser comparados en relación a los de 2011, sino partiendo de la crisis profundísima que hemos atravesado”.

“El resultado no es bueno ni satisfactorio, en nuestra región tampoco es pésimo, pero constituye un aceptable punto de partida para reconstruir de cara al futuro, partiendo de la base de seguir teniendo voz en el Parlamento”.

Este sector considera que “hemos podido resistir el tsunami del voto útil a Podemos y PSOE” y asegura que “sin la lucha por regenerar la organización, estos resultados hubieran sido imposibles”.

“Necesitábamos una bandera limpia y la hemos logrado”, indican los autores del citado texto, que añaden que “fuimos capaces de vaciar nuestra mochila del burocratismo y del adaptacionismo al sistema”.

“Nuestros militantes y simpatizantes se han movilizado demostrando que existe otra Izquierda Unida que defiende la unidad, los métodos democráticos y la coherencia con las ideas de izquierdas" y por ello la han votado más de 189.000 personas en la Comunidad, indican los autores de este documento político.