La ONU denuncia que 250 millones de personas viven discriminadas por su casta
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Al menos 250 millones de personas en todo el mundo todavía se enfrentan a “la discriminación atroz y deshumanizante” fundamentada en la casta y otros sistemas análogos basados en condiciones hereditarias, según advirtió este lunes la relatora especial de la ONU sobre las cuestiones de las minorías, Rita Izsák-Ndiaye.
En la presentación de su primer informe sobre la discriminación basada en la casta presentado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra (Suiza), Izsák-Ndiaye indicó que se trata de “un problema mundial que afecta a comunidades de Asia, África, Oriente Medio, la región del Pacífico y varias comunidades de la diáspora”.
“La discriminación y la violencia basadas en la casta van en contra de los principios básicos de la dignidad humana universal y la igualdad, ya que distingue entre las categorías ‘inferiores’ y ‘superiores’ de los individuos, lo cual no es aceptable”, añadió Izsák-Ndiaye en un comunicado.
Esta experta de la ONU advirtió de que este tipo de discriminación conduce a "la exclusión extrema y a la deshumanización de las comunidades afectadas por las castas", que frecuentemente se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas, con peores condiciones socioeconómicas y privadas o con severas restricciones en el disfrute de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
El término ‘casta’ se refiere a una estricta jerarquía social a menudo basada en nociones de “pureza” y “contaminación”. El informe indica que las personas de ‘castas inferiores’ a menudo se limitan a ciertas ocupaciones que a menudo se consideran “contaminantes” o de baja categoría, como la recolección manual, barrer o retirar animales muertos.
"Desafortunadamente, en muchos casos los intentos de desafiar estas prohibiciones o las consecuencias ilícitas derivadas de los sistemas de castas, que son por naturaleza hereditarios, desembocan en violencia contra las personas y represalias contra sus comunidades", apuntó Izsák-Ndiaye.
MUJERES Y NIÑAS
Esta relatora especial hizo hincapié en que las mujeres y las niñas de las castas afectadas suelen ser víctimas de la violencia sexual y la trata, y son especialmente vulnerables al matrimonio precoz y forzoso, la servidumbre laboral y las prácticas culturales nocivas, yrecalcó que frecuentemente no son documentados la violencia contra ellas, lo que fomenta “una cultura de la invisibilidad, el silencio y la impunidad”.
"La sombra de la casta y su estigma que sigue un individuo desde el nacimiento hasta la muerte afecta a todos los aspectos de la vida en la educación, la vivienda, el trabajo, el acceso a la justicia y la participación política", dijo Izsák-Ndiaye, quien apostilló que, “en muchas sociedades, discutir estas prácticas es tabú; no necesitamos sólo respuestas legales y políticas, sino maneras de cambiar la mentalidad de los individuos y la conciencia colectiva de las comunidades locales".
Sin embargo, destacó que se han producido algunos avances, como garantías constitucionales, leyes e instituciones dedicadas a controlar y a eliminar la discriminación basada en la casta. "Espero que mi informe será utilizado como instrumento de promoción en el apoyo a los esfuerzos de las comunidades afectadas por las castas y otras que están trabajando sin descanso para relegar la discriminación de castas a la historia", concluyó.
(SERVIMEDIA)
21 Mar 2016
MGR/gja