"Muy pocas casas tienen la posibilidad de tender la ropa y secarla casi al momento. En el distrito de San Blas, en el entorno de la calle Rávena, una promoción de chalets tienen los cables de alta tensión tan cerca que casi podrían hacerlo de no ser por sus riesgos. Tantos son que incluso algunas de las construcciones se han tenido que paralizar porque, de acabarse, casi podían pasar las líneas por el salón de la vivienda", según IU.

Pero este no es el único inconveniente, según IU, ya que estos tendidos y las trabas administrativas para su soterramiento, comprometido en 2004, obligó en su momento a cambiar la ubicación de una escuela infantil ya construida, aunque todavía cerrada.

Este asunto fue llevado hoy a la Comisión de Urbanismo por el portavoz de IU, Ángel Pérez, quien instó al Gobierno de Gallardón a "agilizar los trámites para que se acabe con esta situación incómoda, cuando no peligrosa para los vecinos de esta zona".

Pérez se mostró preocupado por la explicación del Consistorio de que el obstáculo reside en la Comunidad de Madrid, porque se está a la espera de que la declaración de impacto ambiental de la subestación eléctrica de Vicálvaro desatasque el proceso.

"Si ustedes me dicen que el retraso no obedece a que Iberdrola no cumple con sus obligaciones, sino que es responsabilidad de la Comunidad de Madrid, y habida cuenta de sus fluidas relaciones, mi preocupación es aún mayor", manifestó Pérez.

En cualquier caso, dijo que estos "enredos burocráticos" tampoco alivian las preocupaciones de los vecinos que ven cada mañana sobre sus cabezas los cables de alta tensión; por lo que exigió al Ayuntamiento que presione "para que ese trámite se haga de manera inmediata".