Así lo trasladaron las fuentes populares consultadas por Servimedia que reconocen en privado su miedo a que las pugnas de poder en la formación que lidera Pablo Iglesias con su 'número dos', Íñigo Errejón, puedan pasar factura a la formación morada y puedan tener "consecuencias" de cara a las futuras negociaciones con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Diputados del PP critican, en este sentido, que la dirección nacional de su partido jugara todas sus cartas a que Sánchez no sería capaz de sumar los apoyos necesarios para ser investido y gobernar por los vetos mutuos entre Ciudadanos, su socio hasta el momento, y Podemos y, por otro lado, por su rechazo a negociar con los partidos independentistas.

Sin embargo, el ambiente de mayor o menor tranquilidad que se respiraba hasta hace unos días en las filas populares, confiados en la estrategia de Génova de mirar al próximo 26 de junio, cada vez encuentra más discrepancias ante el miedo a que Podemos se vea obligado a abstenerse ante una hipotética segunda investidura de Sánchez.

Subrayan que las pugnas internas en Podemos hacen "daño" a nivel de la opinión pública y reconocen que si las diferencias entre la dirección nacional y sus confluencias también fueran a más, las encuestas acusarán este desgaste y los 65 diputados que tienen en la Cámara podrían verse abocados a reconsiderar su negativa al líder socialista ante un escenario peor.

Las fuentes consultadas reconocen, a este respecto, que las bases y votantes del PP cada vez expresan más a los dirigentes medios del partido su desconcierto por el hecho de que el presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, no tomara la iniciativa para intentar formar gobierno tras el 20 de diciembre.

Lamentan que, más allá de la negativa de Sánchez, Rajoy al menos se presentara al debate de investidura habiendo intentado sumar los 40 diputados de Ciudadanos que, días después, logró atraer el PSOE. Subrayan que el escenario político hubiera sido muy diferente de presentarse con 163 diputados, pese a tener una mayoría absoluta en contra.

"COMO LA VIEJA POLÍTICA"

En cuanto a la situación de Podemos, los dirigentes del PP critican que, tras la destitución de Sergio Pascual como secretario de Organización de Podemos, la formación morada evidencia que no hay tantas diferencias "entre la vieja política y la nueva política".

"Se van quitando la careta", señala un miembro de la dirección nacional que critica que pese a que hacen "mucha asamblea", recurren a las destituciones "a la hora de aplicar la obediencia debida".

Hay quien prefiere "restar importancia" a la crisis interna en Podemos, consciente de que su principal adversario político "por el momento" es el PSOE. "La mayor crisis interna la tienen los socialistas", dicen para incidir en la debilidad de Sánchez como secretario general que no ha logrado quitarse la amenaza de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.