La campaña, que recorrerá durante los próximos meses varias ciudades españolas, ha arrancado en Madrid con una exposición en los exteriores de Casa de Vacas del Parque del Retiro que se puede visitar hasta este 13 de marzo. También la Azotea del Círculo de Bellas Artes acoge una muestra fotográfica igualmente con el lema ‘Seguir con vida’, que puede visitarse hasta el 31 de marzo.

Asimismo, la ONG ha habilitado la web ‘www. Msf.es/seguirconvida’, donde también puede consultarse el material de la campaña.

La tecnología 360º permite al espectador sentirse como si estuviese en el centro de estas catástrofes humanitarias, y, a través de la realidad virtual, interpela a la ciudadanía para que no permanezca indiferente a ellas. La elaboración de los vídeos ha sido compleja, "logística y tecnológicamente hablando", dice esta ONG, que basa su acción en el ámbito médico y el testimonio.

Un equipo de periodistas, con dos cámaras especiales al hombro, recorrieron parte de la ruta de los sirios que huyen de su país camino a Europa, desde la frontera turca hasta Alemania. Meses después, el mismo equipo voló a Sudán del Sur, hasta Malakal, para hablar con las personas que viven atrapadas en los campos de desplazados.

Según MSF, la situación es “desesperada” en Siria cuando se cumple el quinto aniversario del estallido de la guerra. Casi cinco millones de personas se han visto obligadas a abandonar el país, de los que medio millón han llegado hasta Europa buscando refugio, y la población que continúa en el país está atrapada y necesita asistencia humanitaria urgente. “La mayoría son mujeres, niños y ancianos que viven en condiciones inhumanas”, denuncia la ONG.

Pero la campaña también trata de refrescar la memoria a la sociedad occidental sobre las crisis humanitarias que son consecuencia de conflictos olvidados y no tan habituales en los medios de comunicación.

Uno de ellos es el que afecta a 6,5 millones de personas en Sudán del Sur, un joven país africano que lleva encadenando estallidos de violencia desde los años 50 del siglo pasado, en el que el respeto por la vida es nulo y donde los centros médicos y de asistencia a la población son objetivo de los ataques.