Garzón quiere evaluar las opiniones de cada formación y mantener la vigencia de ese foro como vía de izquierdas a la que pueda acogerse el PSOE una vez que tenga que enfrentar la tesitura de optar entre "la gran coalición a la que quieren forzarles" y el escenario de nuevas elecciones.

"El PSOE, al final, tendrá que elegir y vamos a mantener nuestros esfuerzos para que vuelva a reunirse la mesa a cuatro", aseguró Garzón. "Somos una fuerza autónoma que no se va a dejar instrumentalizar ni por PSOE ni por Podemos. Nosotros no estamos en campaña electoral y queremos evitar que otros lo estén", añadió.

Garzón mantiene que no tiene sentido reunir esa mesa si no están todos los actores, y solo los actores de izquierdas, es decir, sin Ciudadanos por la "incompatibilidad" de su programa político y con PSOE y Podemos porque si falta alguno de ellos "no dan los números".

Su opción sigue siendo buscar un acuerdo de izquierdas sustentado por 161 escaños y trabajar el apoyo o la abstención de otras fuerzas, incluso de Ciudadanos. "Es perfectamente posible, legítimo e, incluso, buena noticia que el PSOE hable con ellos para buscar su abstención. No hay que vetar a nadie, hay que fomentar el diálogo", precisó.

Considera imprescindibles tres principios para avanzar en esa línea: diálogo, programa y coherencia, y en ese sentido alerta de que el acuerdo tiene que ser global y no puede ser socialmente de izquierdas si la política económica se pacta con Ciudadanos.