En la denominada "Operación Árrago", han sido detenidas 12 personas en España y 2 en Portugal y se han incautado seis pistolas, un revólver, tres escopetas, munición de distinto calibre y diversas cantidades de droga.

Las investigaciones dieron comienzo cuando efectivos de la Guardia Civil del puesto de Moraleja (Cáceres) detuvieron a tres vecinos de esta localidad al ser sorprendidos portando varias pistolas.

Posteriormente, las investigaciones permitieron averiguar que las pistolas aprehendidas a los detenidos habían sido compradas a dos hermanos, vecinos de la localidad portuguesa de Salvaterra do Extremo y que, al parecer, vendían armas a ciudadanos residentes en las localidades españolas próximas a esta zona portuguesa.

El carácter transfronterizo que adquieren las investigaciones da como resultado la participación en la operación de la Policía Judiciaria portuguesa. Ambos cuerpos desarrollaron investigaciones paralelas: la Guardia Civil encaminadas a esclarecer el destino final de las armas; mientras que la Policía lusa las ha centrado principalmente en el origen de las mismas.