En declaraciones a Servimedia, Nicolás Redondo Terreros, presidente de la Fundación Alma Tecnológica, explicó que entre los diferentes proyectos que tienen en marcha, “el que más nos atrae, el que nos ha dado unas alegrías que ni pensábamos cuando se empezó a organizar, es el de Cátedra Alma Tecnológica”.

Señaló que ofrece una inserción laboral bajo demanda, de forma que personas con discapacidad intelectual serán formadas en unos perfiles técnicos y digitales concretos y seleccionados en función de las demandas actuales de empresas del sector tecnológico

“Es muy importante que sea universitario, que se dirija específicamente a personas con discapacidad intelectual y, sobre todo, que al terminar tengan un puesto de trabajo a su disposición”, apuntó Redondo Terreros. “Estamos convencidos de que lo van a desarrollar extraordinariamente bien”, añadió.

Con la puesta en marcha del proyecto Cátedra Alma Tecnológica, promovido e impartido por la Universidad Carlos III de Madrid a través de su Departamento de Informática y junto a la fundación, se pretende contribuir a la mejora de la integración social de los estudiantes universitarios con discapacidad intelectual, ofreciendo formación 'ad hoc' con programas especiales y adaptados.

“Es una maravilla, he ido dos veces a verlos, una a los chicos solos y otra con sus familias. No sabes lo que supone de tranquilidad y serenidad para las familias a la hora de pensar en el futuro de estos muchachos”, confesó Terreros.

La Fundación Alma Tecnológica ha colaborado con Vector ITC Group en la elaboración de los perfiles profesionales tecnológicos más demandados en la actualidad, entre los que destacan los técnicos de sistemas, técnicos de digitalización documental, técnicos de pruebas y asistentes de equipos técnicos.

De hecho, todos los alumnos de esta primera promoción que este jueves recibirán los diplomas “con toda la solemnidad que requiere el caso”, ya están incorporados a sus puestos de trabajo en Vector ITC, “con total satisfacción por parte de los compañeros que les rodean y de la empresa”, resaltó Redondo Terreros. “No es humo de paja, los chicos ya están trabajando allí”, subrayó.

El primer curso comenzó el 21 de septiembre. La cátedra, tuvo una duración de cuatro meses, se impartió en la Universidad Carlos III de Madrid y los alumnos han realizado la formación universitaria dentro del centro, conviviendo con los estudiantes que cursan las materias regladas.

El segundo curso ya ha comenzado “pero en un futuro requerirá la comprensión y la solidaridad de otras empresas”, además de Vector. “No les van a hacer ningún favor porque son trabajadores cualificados, pero si necesitamos su comprensión, que conozcan y que visualicen este proyecto”, concluyó Nicolás Redondo Terreros.