Así lo anunció el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Tardá, durante su discurso en la segunda jornada del debate de investidura en el que Pedro Sánchez opta a ser elegido presidente del Gobierno con los votos insuficientes del PSOE y de Ciudadanos.

Tardá recriminó a Sánchez que "a pesar de ser joven usted es muy antiguo porque tiene una posición uninacional" del país y le avisó que la Generalitat piensa "proclamar la república prontamente" para ser, como los países del norte de Europa, líderes en "transparencia y honradez".

El diputado independentista enumeró con detalle los próximos pasos: "Aprobaremos las leyes de desconexión, la de Agencia Tributaria, Seguridad Social y Transitoriedad jurídica. Después convocaremos nuevas elecciones. El nuevo Parlamento aprobará o no la nueva constitución de la república y después convocaremos un referéndum, condición sine quo non, para proclamar la repúblicana".

Tardá preguntó al aspirante del PSOE a la Presidencia del Gobierno qué piensa hacer para evitarlo y si está dispuesto incluso a que en España haya "nuevos presos políticos", como cree que va a suceder con Artur Mas y los miembros de su gobierno que promovieron y organizaron la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014 "por hacer posible una movilización popular cívica y pacífica".

"¿Suspenderán, inhabilitarán y al final qué... nos encarcelarán? ¿Encarcelarán a los representantes democráticos del pueblo de Cataluña? ¿A los alcaldes y concejales que se solidarizan y sumarán a la insumisión pacífica?", interpeló a Sánchez. "¡Todos a la cárcel!", agregó a modo de cita a la película del director de cine Luis García Berlanga.

El portavoz de ERC manifestó en el debate de investidura que el objetivo de su partido y, según asumió, del conjunto de los catalanes "ya no es reformar España" porque existe "una mayoría independentista".

"VACUNADO" CONTRA LAS PROMESAS

Además, aseveró que ya no se fía de las propuestas del PSOE porque está "vacunado" tras años de apoyo a José Luis Rodríguez Zapatero, en los que dijo que se engañó con la reforma del Estatuto de Cataluña "a Pasqual Maragall, a los republicanos y a una buena parte de la sociedad catalana".

Sostuvo que "la diferencia entre un régimen democrático y otro despótico es el consentimiento de los gobernados" e insistió en que los catalanes quieren secesionarse del resto de España tras décadas de apoyo a los intereses nacionales.

Tardá recordó que Cataluña proclamó la República Catalana el 14 de abril de 1931 pero "al cabo de 72 horas renunciamos a ella para consolidar la República española, que por cierto fue integral y no federal". Añadió que también lo demostró en 1977 con el reestablecimiento de la Generalitat tras la dictadura de Francisco Franco y "sin la cual los catalanas no habrían votado la Constitución de 1978 y la Transición posiblemente hubiese naufragado".