“La infraestructura más básica para mantener las vidas de las personas ha sido críticamente dañada, empeorando de forma dramática la situación de la población, con el número de nuevos desplazados creciendo cada día”, explicó Marianne Gasser, jefa de la delegación del CICR en Siria, que actualmente se encuentra en Alepo.

El CICR indicó en un comunicado que dos hospitales del norte de Alepo fueron parcialmente dañados el pasado lunes, lo que provocó muertes de civiles, entre ellos trabajadores sanitarios. Estos centros de salud, que estaban proporcionando miles de consultas y cirugías y de los que salían cientos de bebés cada més, se encuentran ahora fuera de servicio.

Además, esta institución humanitaria subrayó que los hospitales que siguen en pie “están luchando” por mantener sus servicios, por lo que llamó a todas las partes en la guerra para que cesen inmediatamente los ataques a centros y personal de salud.

“Ellos están protegidos bajo el derecho internacional humanitario, junto con las infraestructuras básicas esenciales, como plantas de tratamiento de agua. El suministro de agua no debe ser utilizado como un arma de guerra”, añadió.

AGUA PARA 1,5 MILLONES DE PERSONAS

Por otro lado, el CICR indicó que la situación ya era “desesperada” para mucha gente antes de la última oleada de violencia. “Los enfrentamientos y los combates son omnipresentes en Alepo, por lo que es más difícil para las personas mantener una apariencia de llevar una vida normal”, dijo Gasser.

A medida que la situación humanitaria se deteriora en el norte de Siria, el Comité Internacional de la Cruz Roja aumenta la ayuda para las personas atrapadas en la violencia. En cooperación con organismos locales, el CICR y la Media Luna Roja Árabe Siria se esfuerzan por mejorar el acceso al agua potable reparando o equipando pocos, que son ahora la única fuente de este líquido vital y proporcionan unos 46 millones de litros diarios para cerca de 1,5 millones de personas en Alepo y sus alrededores.

El CICR y la Media Luna Roja Árabe Siria también apoyan hospitales que atienden a más de 400.000 pacientes, con la entrega de generadores y de oxígeno, así como de suministros médicos y otros materiales, además de asistir a seis policlínicas situadas en el oeste y el norte de Alepo, que dan tratamiento a unos 160.000 pacientes. Igualmente, siguen proporcionando 10.200 barras de pan cada día, algunas de las cuales han sido distribuidas en los lugares donde han llegan las personas desplazadas.

El presidente de la CICR, Peter Maurer, iniciará el próximo lunes una visita de cinco días a Siria para ser testigo de primera mano de la situación humanitaria de Siria y se reunirá con autoridades de este país.