Éste es un sentir que está ganando peso en los últimos días en el PP entre los cargos intermedios, entre algunos de sus parlamentarios más veteranos y, también, entre dirigentes regionales e incluso expresidentes autonómicos.

Los que son partidarios de la abstencion en las últimas horas argumentan que, en la actual coyuntura, se trataría de "un mal menor" para el país porque la otra opción pasa porque Podemos entre en el Gobierno del candidato a la investidura Pedro Sánchez o por forzar una repetición de elecciones.

En líneas generales, este sector del PP, que cada vez es más diverso, reconoce que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, "no ha jugado bien sus cartas" en el escenario postelectoral y, ante la posibilidad de que Sánchez, finalmente, gobierne, crecen las voces que critican abiertamente que declinara ir al debate.

Sin embargo, en la dirección nacional del PP y en el entorno más cercano de Rajoy en el Gobierno rechazan de plano esta posibilidad, tanto en público como en privado.

El vicesecretario general de Organización y Electoral del PP, Fernando Martínez-Maíllo, reconoció este lunes en rueda de prensa que supondría "el sucidio político" para el PP.

Un día después, el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, argumentó que sería como “pedir al Barça que no juegue cuatro partidos para que el Real Madrid remonte” o reclamar al PP que esté de forma “permanente en el bar” para no votar.

Desde la dirección nacional aseguran que los votantes populares "no perdonarían" al PP que permita un Gobierno del PSOE habiendo ganado las elecciones por 33 escaños de diferencia con los socialistas. "Ante ese acuerdo tendríamos que gobernar nosotros", afirmó otro dirigente del partido.

MÁS PRESIÓN EXTERNA

En las filas populares reconocen que, a medida que pasan los días, crece además la presión externa para que el voto del PP pueda ir en este sentido en un momento en el que PSOE y Ciudadanos siguen negociando la posibilidad de cerrar el próximo lunes o martes un acuerdo.

Estos movimientos, aseguran, tiene que ver con "el respeto" que hay en el PP a que Podemos "alcance el poder", por las experiencias regionales y locales de algunos dirigentes fuera de Madrid y, también, por el miedo de la clase empresarial, especialmente, del Ibex 35. "Incluso de Bruselas", reconoce un parlamentario popular.

Sin embargo, en el partido de Rajoy hay quien advierte de que "nadie se atreverá" a trasladarle esta posición a la dirección nacional pese a que el próximo lunes, 22 de febrero, hay convocado un Comité Ejecutivo Nacional.

MIEDO POR LAS LISTAS

Los más veteranos apuntan, en este sentido, a la prudencia que existe entre los diputados y senadores que dependen de volver a ser incluidos en las listas si hubiera repetición de elecciones.

En el entorno de Rajoy se contempla y se defiende como la opción más probable que se repitan las elecciones, pero cada vez son más las voces en el PP que alertan de que la situación ha cambiado en las últimas semanas.

Apuntan que la declinación de Rajoy ha hecho "mucho daño" entre sus simpatizantes y votantes porque hay quien ha visto que la voz de 7 millones de personas "no se ha defendido" en el Congreso de los Diputados.

Critican también que el PP ha estado "desaparecido" estas semanas y reconocen que los casos de corrupción del PP en la Comunidad Valenciana y en Madrid han terminado de mermar las expectativas electorales del PP ante una repetición de los comicios.