Más de 120.000 civiles de la República Democrática del Congo han huido de sus hogares para refugiarse en la República del Congo y en la República Centroafricana después de que el pasado mes de octubre se desatara un conflicto étnico por los enfrentamientos entre dos tribus por derechos sobre cultivos y la pesca, que desencadenó el incendio de aldeas.

Concretamente, más de 107.000 refugiados congoleños han sorteado el río Oubangui para llegar a la República del Congo, en tanto que otros 17.000 refugiados han cruzado la frontera hacia la República Centroafricana, de los cuales al menos el 60% son niños.

El PMA ha estado distribuyendo alimentos a unos 59.000 refugiados congoleños desde finales de noviembre, principalmente a mujeres y niños.

Hasta ahora, esta agencia de la ONU transportaba la comida por un corredor terrestre de la República Centroafricana y envió 560 toneladas de diversos suministros humanitarios en barcazas por los ríos Congo y Oubangui, a través del puerto de Brazzaville, capital de la República del Congo.

Sin embargo, los bajos niveles de agua del río Oubangui y la inseguridad se han convertido en importantes problemas, por lo que el puente aéreo permitirá repartir 600 toneladas de maíz, legumbres y sal para unos 100.000 refugiados durante dos semanas, en la provincia norteña de Likouala.

El representante del PMA en la República del Congo, Alix Loriston, señaló que el "abastecimiento regular de alimentos a un área tan remota ha sido un desafío logístico importante y no hemos tenido otro recurso que empezar puentes aéreos para reforzar nuestras reservas de comida".