La dirección del campus madrileño ha difundido un comunicado en el que expresa su “simpatía con el sentir general de la petición” impulsada por estos becarios, “dado que consideramos que las prácticas externas de los estudiantes deberían conllevar algún tipo de ayuda económica, al menos para cubrir los gastos de desplazamiento y comidas en los que pueden incurrir nuestros estudiantes”.

Aclara que las becas de formación práctica de la Complutense son todas remuneradas (450 euros al mes por 5 horas diarias), y esa es la recomendación que hace a entidades y empresas que participan en ellas.

“Lamentablemente, a fecha de hoy, el 23% de las ofertas de prácticas extracurriculares no conllevan ningún tipo de ayuda económica, y se concentran en el ámbito de la comunicación social, el periodismo y la publicidad, tal como se señala en el escrito de petición de firmas", reconoce el comunicado, que precisa que la demanda de puestos de prácticas por parte de los estudiantes de estas áreas es muy alta en comparación con la oferta de puestos disponibles.

Pero al mismo tiempo que ve deseable que las prácticas conlleven ayudas económicas, recuerda que “también hay ofertas de gran calidad que no las contemplan: por ejemplo algunas de las ofertas más interesantes que recibimos provienen de la administración pública o del tercer sector, donde no se pueden asignar fondos para las prácticas de estudiantes”.

“La solución al problema planteado no es sencilla ni puede tomarse de forma unilateral”, añade, “ya que puede derivar en efectos perjudiciales para nuestros estudiantes, como puede ser el trasvase de ofertas de prácticas a otras universidades o la desaparición de ofertas de interés para nuestros estudiantes, que son los últimos destinatarios”.

La Complutense explica que está abordando “un profundo proceso de reorganización y mejora de la gestión de las prácticas”, en coordinación con los responsables de todos los centros y al que se incorporarán en breve los representantes de los estudiantes.

Además, la universidad está promoviendo acuerdos y conversaciones con los responsables de prácticas del resto de universidades públicas madrileñas “con el fin de intentar acordar directrices comunes desde la CRUMA para evitar abusos y definir, en lo posible, un código de actuación conjunto para este tipo de prácticas”.

Finalmente, la Complutense anuncia que se propone solicitar el asesoramiento y el punto de vista de otros agentes implicados en las prácticas externas, como la Inspección de trabajo, la Oficina Precaria, o las asociaciones profesionales del ámbito del periodismo.