Según informó hoy el Instituto Armado en un comunicado, se trata de un grupo organizado integrado por ocho individuos de orígenes sudamericano, marroquí, búlgaro y español, que robaban viviendas a las que accedían escalando.

Se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza y robo con violencia en domicilios habitados. Tras ser puestos a disposición de la autoridad judicial competente, se decretó su ingreso en prisión.

Por el momento los agentes han esclarecido más de 150 robos en viviendas en Guadarrama, Los Molinos, Navacerrada, Galapagar, Colmenarejo, Collado Mediano, Torrelodones, Collado Villalba, Alpedrete, San Lorenzo del Escorial y El Escorial.

Entre los detenidos se encuentra un menor de 16 años, teniendo el resto edades comprendidas entre los 18 y los 27 años. Los agentes realizaron cinco registros que permitieron recuperar infinidad de efectos, placas policiales utilizadas para acceder a las viviendas y dos armas simuladas para atemorizar a las víctimas.

La operación empezó en septiembre del pasado año, tras detectarse un incremento de denuncias por robos en viviendas en pisos bajos o primeros en el noroeste de la Comunidad de Madrid.

UN INDIVIDUO COMO HILO CONDUCTOR

Los agentes localizaron a un individuo sobre el que se centraron todas las investigaciones y que fue el hilo conductor hacia el grupo organizado.

Los primeros hechos fueron en viviendas deshabitadas previamente seleccionadas a las que accedían escalando. Los delincuentes sustraían principalmente joyas y pequeños electrodomésticos, pero también bicicletas y herramientas. Los últimos robos que cometió este grupo criminal fueron en viviendas con los propietarios en su interior, a los que intimidaban, lo que ha permitido la identificación de todos los integrantes.

La banda usaba las bicicletas que robaban para emprender la huida por lugares que a los automóviles no les es posible. Llevaban un alto nivel de vida, les gustaba apostar en casinos y se hospedaban en hoteles de lujo durante las vacaciones.