Así lo trasladaron fuentes populares consultadas por Servimedia que reconocen como “una buena decisión” la tomada por Aguirre después del registro de la sede del PP de Madrid el pasado jueves, pero que advierten de que su actuación y su asunción de responsabilidades políticas “mete presión" a Barberá "de manera inmediata”.

Aunque hay unanimidad en que Aguirre “sorprendió” en las filas populares, hay quien subraya que “no podía hacer otra cosa” que no fuera dimitir. En líneas generales, avalan que su retirada de la Presidencia del PP de Madrid está "bien hecha".

Sin embargo, tanto cargos nacionales como regionales del partido admiten que el movimiento de Aguirre tiene “un efecto colateral”, especialmente, en Barberá y, en cierta medida, en su "amigo" Rajoy.

Aseguran que "pone el foco" mediático y "de la oposición" en el hecho de que Barberá mantiene su escaño como senadora, pese a que su equipo municipal al completo está imputado, y que ahora el líder del PP tiene más difícil explicar dentro y fuera del partido todos los casos de corrupción y la supuesta financiación irregular del PP mientras dice mantener vivas sus opciones de cara a la investidura.

Las mismas fuentes avisan, igualmente, de "la jugada" de Aguirre con un nuevo “me voy pero no“, teniendo en cuenta que mantiene su responsabilidad como portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid. "Es un movimiento muy de ella", aseguran para apuntar que, una vez más, evita renunciar a la vida política.

BARBERÁ SE VE "INTOCABLE"

En el PP de la Comunidad Valenciana insisten, a este respecto, en que Barberá sigue "enrocada", como lo estaba la semana pasada pese a las peticiones varias para que renunciara a su acta antes de que se constituyeran las comisiones en el Senado y antes de que se celebrara la reunión del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, que presidió Rajoy.

Apuntan que la senadora del PP no renunciará porque se cree "intocable" en el partido pese a las presiones internas y mediática. En la misma línea, reconocen que "a Rajoy no lo mueve nadie".

Este mismo lunes, públicamente, el portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreiro, insistió en pedir “explicaciones claras, rotundas y contundentes” a Barberá porque “hay que dar la cara desde el minuto uno”.

La dirección nacional del PP, a través de su vicesecretario general de Organización y Electoral, Fernando Martínez-Maíllo, defendió que la dimisión de Aguirre al frente del PP de Madrid por los numerosos casos de corrupción "no es equiparable" con la situación de Barberá y que Rajoy tampoco está invalidado para intentar gobernar por los casos de corrupción de otros. "La corrupción no deslegitima para gobernar", aseguró.