Siria. Margallo defiende que hay que “hablar menos de Asad y más de paz”
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El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, aseveró este lunes que en Siria ha llegado el momento de “hablar menos de Asad (por el presidente sirio) y más de paz” para poner fin a un conflicto que dura cinco años.
En rueda de prensa después de la reunión que mantuvo con sus homólogos europeos en Bruselas, Margallo explicó que actualmente se asiste en Siria a “algo previsible”: cuando se anuncia un alto el fuego, como el del pasado fin de semana, “aumentan los actos violentos para conseguir mejores cartas para sentarse en la mesa de negociaciones”.
“Ahora la parte nacional y la parte foránea tienen prisa en Siria”, sentenció.
Margallo explicó que Rusia apoya las ofensivas de Bachar Al Asad porque de ello depende su credibilidad en una zona que ha considerado siempre como su "patio trasero". A esto se suma que Rusia tendría interés en que finalice lo antes posible la guerra ante el elevado coste que supone para su maltrecha situación económica. Un punto en el que coincide con Arabia Saudí, habida cuenta del acuerdo nuclear con Irán y por la caída de los precios del petróleo. Por ello, el régimen saudí apoya la creación de un corredor a través del propio Irán, Iraq, Siria y Libia que tenga influencia sobre Yemen.
Estas “prisas”, según Margallo, también las comparte Turquía, que bombardea posiciones de los kurdos sirios, ya que teme un “aumento del protagonismo” e influencia de éstos.
CAÍDA DE ALEPO
En ese sentido, el ministro subrayó que si Alepo llegara a caer bajo la influencia de Asad se produciría un “giro copernicano” en la estrategia militar, ya que el régimen sirio ocuparía la frontera turca y cortaría las líneas de abastecimiento de la oposición moderada.
Por ello, Margallo insistió en la necesidad de lograr un “altos el fuego parciales” para introducir ayuda humanitaria en las ciudades sitiadas y abrir un proceso de paz bajo los parámetros de la hoja de ruta: formación de un gobierno de unidad nacional en seis meses y celebración de elecciones en 18 meses.
Por otra parte, el ministro expresó su temor a que la pérdida de influencia de los terroristas del autodenominado Estado Islámico (EI) en Siria e Iraq les lleve a trasladarse a otros países como Libia donde podría aprovechar el vacío de poder y de estructuras de Estado existentes.
Por último, Margallo expresó el temor de que la influencia del EI se extienda por los campos de refugiados palestinos en Líbano y en Siria, lo que le sirvió para volver a ofrecer a Madrid como sede de una reunión sobre el proceso de paz árabe-israelí.
“La solución de dos Estados puede llegar a ser difícil de conseguir físicamente. La situación de desesperanza, las tentaciones de aliarse a movimientos extremistas es muy alta”, concluyó.
(SERVIMEDIA)
15 Feb 2016
MST/gja