Ello se debe a una nueva campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT), a la que pueden sumarse policías autonómicas y locales, puesto que camiones y furgonetas son el segundo tipo de vehículos más numeroso que circula por las carreteras, al representar un 16% del parque; aportan un 16% de los accidentes con víctimas y suponen un mayor índice de mortalidad en caso de siniestro.

Tráfico señaló este lunes que 68 personas que viajaban en furgoneta y otras 59 que lo hacían en camiones murieron el año pasado en las carreteras españolas, con datos contabilizados hasta 24 horas después de producirse los accidentes.

Esta cifra se eleva a más de 500 si se añaden las víctimas de accidentes de todo tipo de vehículos en los que están implicados camiones y furgonetas en vías urbanas e interurbanas, y con datos tomados hasta 30 días después.

La DGT subrayó que la distracción es una de las principales causas de accidentalidad en camiones y furgonetas, puesto que estuvo presente en uno de cada tres accidentes el año pasado, en tanto que tres de cada 10 fallecidos que viajaban en estos vehículos no llevaban el cinturón de seguridad en el momento del accidente.

Además, la antigüedad media de estos vehículos de transporte de mercancías se sitúa en más de 12 años, lo que puede suponer un factor de riesgo, al carecer de los sistemas y equipamientos de seguridad implantados recientemente, además de los problemas derivados del uso o falta de mantenimiento.

Con el objetivo de mejorar la seguridad vial del transporte por carretera, la DGT comunica a la Dirección General de Transporte Terrestre, del Ministerio de Fomento, las sanciones cometidas por conductores profesionales reincidentes para que investigue sobre las empresas para la que trabajan y estudiar la posibilidad de que las empresas que incurran en las faltas más graves pierdan la capacidad para operar en el mercado.

Ésta es una de las medidas que estas direcciones generales de los ministerios de Fomento e Interior adoptaron el año pasado, después de que en 2014 se incrementara el número de accidentes de tráfico en los que intervenían furgonetas y camiones.

Otra de las medidas adoptadas para reducir la siniestralidad de este tipo de vehículos es la discriminación que hacen los radares por tipo de vehículo que ha cometido la infracción para sancionar en función de la limitación específica aplicable a cada uno.