Pasadas las cinco de la tarde, los dos líderes entraron de forma paralela a la sala antesala del comedor de Presidencia del Congreso, lugar escogido tras días de negociación para el encuentro en la zona “neutral” de la Cámara Baja. Su aparición fue simultánea hasta el punto de que los ujieres de la Cámara abrieron las dos puertas a la vez.

Rajoy, con corbata roja de rayas, y Sánchez, con corbata verde, entraron en la sala y caminaron, con gesto serio, unos metros hasta los sillones en los que posaron durante unos segundos antes los medios gráficos.

GESTO INSTITUCIONAL

En todo momento, evitaron saludarse en público y estrechar las manos ante las cámaras en un ambiente frío en el que se coló alguna leve sonrisa –e incluso un guiño- del secretario general del PSOE a los fotógrafos. Rajoy, por su parte, aguardaba un gesto más institucional.

El presidente del Gobierno en funciones, con una bandera de España detrás, fue el primero en tomar asiento y, después, lo hizo el líder socialista, que tenía detrás la bandera de la Unión Europea. En esos segundos de posado, ambos evitaron incluso cruzarse miradas.

Rajoy llegó un minuto antes de las 17 horas a la Cámara Baja y salió a recibirle su jefe de Gabinete en Moncloa, Jorge Moragas, y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón.

Ya dentro del Congreso, se sumaron a la comitiva la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, y el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando. Fuentes gubernamentales reconocieron el “apoyo moral” al líder del PP en la reunión.

Sánchez, por su parte, ya se encontraba a esa hora, junto a su equipo, en las dependencias de la Cámara Baja, mientras su equipo negociador se reunía en dos mesas paralelas con diputados de Izquierda Unida-Unidad Popular para abordar los asuntos de emergenciasocial y de regeneración democrática.