Los 11 miembros del Consejo de la entidad se repartieron estos 2,3 millones, la misma cuantía que en el año 2014, mientras que en 2013 el importe conjunto fue de 1,8 millones y de 1,17 millones en 2012.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, cumpliendo con las limitaciones impuestas por la legislación, ingresó 500.000 euros.

El mismo sueldo de 500.000 euros lo percibió José Sevilla como consejero delegado del banco, la misma cuantía que Antonio Ortega.

Pero estos tres consejeros ejecutivos renunciaron a su salario variable, que podría ser de unos 250.000 euros más en cada caso.

No obstante, la plantilla de Bankia sí recibirá una retribución variable con cargo a los objetivos logrados en 2015.

El propio presidente de la entidad ya anunció durante la presentación de resultados anuales que, con la puesta en marcha del nuevo Plan Estratégico 2016-2018, se recuperará esta parte de la retribución de los consejeros ejecutivos.

Según explicó, de cara al futuro el cobro del salario variable en Bankia debería ser “una muestra de normalidad” de práctica bancaria. Así, apuntó que los inversores extranjeros consideran “anómalo” y “preocupante” que los ejecutivos de una entidad no cobren salario variable.

Los ocho restantes consejeros de la entidad cobraron 100.000 euros cada uno en el año 2015.