Margallo destaca que los diplomáticos que salvaron a judíos en el Holocausto son un “ejemplo” para España
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El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, aseguró este miércoles que los diplomáticos españoles que salvaron las vidas de miles de judíos son un “ejemplo” del que España debe “sentirse orgullosa”.
Así se pronunció el ministro durante la presentación del libro ‘Más allá del deber’, que precede a la exposición homónima que tuvo lugar en noviembre de 2014 y que homenajea a los diplomáticos y funcionarios del Servicio Exterior que protegieron y salvaron a “varios miles” de judíos durante el Holocausto.
Se trata de Ángel Sanz-Briz, Miguel Ángel de Muguiro, Sebastián Romero Radigales, padre Ireneo Typaldos, José Rojas, Manuel Gómez Barzanallana, Julio Palencia, Eduardo Gasset, Bernardo Rolland, Alfonso Fiscowich, Eduardo Propper, José Ruiz Santaella, Alejandro Pons, Antonio Zuloaga, Luis Martínez-Merello, Fernando Canthal, Jorge (Giorgio) Perlasca y Santos Montero (Samuel Skornicki).
El libro es el resultado de la investigación encargada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación al profesor José Antonio Lisbona.
Al acto asisitieron familiares de los diplomáticos homenajeados y embajadores acreditados en España, miembros de las comunidades y autoridades como el exministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón y el embajador de Israel en España, Daniel Kutner.
En el acto también participó uno de los principales especialistas en la materia, el catedrático de la Universidad de Jerusalén, profesor Avni.
A petición de alguno de los invitados, el acto contó con intérprete de lenguaje de signos.
Durante el acto también intervinieron el propio Lisbona, el profesor Avni, Guillermo Rolland, hijo de Bernardo Rolland, Isaac Papo, salvado por Martínez-Merello, Elías Cohen, en nombre de las Comunidades Judías de España, y Kutner.
En el transcurso del evento se proyectó un vídeo sobre el Servicio Exterior y la Shoá.
Durante su discurso Margallo destacó que el Holocausto es el “episodio más oscuro de la historia de la humanidad”, un momento en el que “el hombre alcanzó el mayor grado de indignidad” conocido.
En ese sentido, afirmó que los campos de exterminio son el resultado de un “proceso de destrucción moral” de tal magnitud que después de Auschwitz hubo quien afirmó que “no había esperanza para el hombre”. “Un hombre que haya estado en un campo de exterminio se habrá hecho una idea clara de lo que es el infierno”, dijo, parafraseando a un historiador británico.
LEGADO SEFARDÍ
Sin embargo, Margallo contrapuso este aserto aseverando que “la oscuridad no fue tal porque hubo unos pocos atisbos de luz, los justos entre las naciones, quienes a riesgo de su propia integridad y vida no fueron ajenos al sufrimiento de otras vidas humanas”.
Esto le sirvió para reivindicar el legado sefardí y de celebrar la aprobación de una ley, impulsado por Gallardón, Catalá y él mismo para la concesión de la nacionalidad española para aquellos judíos de origen sefardí.
“Esta ley que pretende ser un punto de encuentro entre los españoles de hoy y los descendientes de quienes fueron injustamente expulsados en 1492”, comentó.
Por último, el ministro quiso refutar a los que sostienen que España fue ajena al drama de los judíos homenajeando a quienes fueron “más allá del deber, recuerdo y memoria para quienes vieron segada sus vidas y aprecio a los que sobrevivieron y todavía están entre nosotros”.
“Por la vida, amigos míos”, fueron las últimas palabras del discurso de Margallo, aludiendo a una expresión hebrea que aprendió en Melilla.
(SERVIMEDIA)
10 Feb 2016
MST/gja