En declaraciones a los periodistas antes de entrar en la sesión constituyente de la Comisión de Cooperación para el Desarrollo de la Cámara Alta, para la que el grupo le ha designado presidente, Fabra recordó que Barberá “ha estado mucho tiempo en el partido y “ha podido disfrutar del apoyo del partido”, por lo que ahora ha de ser “consciente de lo que debe darle también al partido para que se sienta cómodo”.

El expresidente de la Generalitat no quiso pedirla expresamente que abandone el acta de senadora, pero la invitó a ello al decir que “debe valorar” y “pensar que el partido ha estado con ella”, por lo que ahora “tiene que pensar qué es lo mejor para el partido”. Sí la pidió que en esa “reflexión” que “tiene que hacer” ella “lo anteponga a sus intereses personales”.

Fabra reivindicó que “el partido ha sido sensible” y “ha respondido” al peligro de que “se cuestione que una persona que puede estar en medio de una posible investigación pueda tener protagonismo” en el grupo. El PP, al designar a sus presidentes y portavoces de comisión, no ha reservado ningún puesto para Barberá, quien sólo será vocal de la Comisión Constitucional y la de Economía y Competitividad.

Esta tarde Barberá no asistió a la sesión constitutiva de ninguna de ellas, algo que Fabra no atribuyó a ninguna razón en particular. Pero sí fue claro al subrayar que su exclusión de cualquier puesto relevante en el grupo es iniciativa del PP. “No es una decisión de ella. La composición la marca el partido o el grupo”, clarificó.

Otro de los expresidentes autonómicos del PP que tuvieron que hacer limpieza en el partido por los numerosos casos de corrupción, el balear José Ramón Bauzá, que como Fabra no pudo mantener el gobierno tras las elecciones autonómicas y ha recalado en el Senado, fue mucho menos explícito cuando se le preguntó si Barberá debe dimitir. “Es una decisión de ella”, indicó sin mayores invitaciones a la exalcaldesa.