Así lo afirman los datos sobre los indicadores de pobreza y exclusión social del XI Boletín sobre la Vulnerabilidad Social que presentó este martes Cruz Roja, que muestran que el porcentaje de personas que experimentan privación material severa llega al 36,8% (38% en 2013), y que dentro de este grupo, el porcentaje de personas mayores casi se ha triplicado en los últimos años (del 5,5% en 2012 al 15% en 2014).

La privación material severa afecta al 36,8% de los hogares atendidos por Cruz Roja e implica cumplir tres de estas condiciones: pagar al día la hipoteca y los recibos; mantener la temperatura adecuada en la vivienda en invierno; hacer frente a gastos imprevistos; comer proteínas cada dos días; ir de vacaciones una semana al año; y tener un coche, una lavadora, una televisión a color o un teléfono.

Respecto a la situación económica de las personas mayores, en la ONG subrayan que la familia ha sido y es “el principal soporte” de quienes peor lo pasan. “Creíamos que el apoyo de la familia había llegado a un tope. Pero sigue siendo como un chicle, ya que el 50% dependen de los suyos”, recalcó el coordinador general de Cruz Roja Española, Antoni Bruel.

El estudio realizado a través de 1.084 entrevistas representativas del 1.181.252 personas a las que atiende la ONG en sus distintos programas de intervención social, refleja también que el paro aumenta entre la población activa atendida y alcanza al 67,3% de los atendidos. De ellos, el 6,19% está sin ninguna cobertura. No obstante, se advierte “una mejora en la tasa de inserción en programas de empleo”.

INGRESOS MENSUALES

Esa situación de exclusión más “intensa” y que se ha “agudizado” en el caso de las familias se refleja en datos como la media de ingresos familiares, que aunque aumenta hasta los 565 euros al mes, todavía está por debajo de la línea que marca la pobreza en España (663 euros). Es más, el 17% de quienes acuden a los programas de intervención social carece de ingresos, 2,7 puntos más que en 2013.

Cruz Roja también muestra su preocupación por la pobreza infantil, ya que el 92% de los niños que atiende vive en hogares que no superan el umbral de la pobreza.

De hecho, el boletín refleja que los principales problemas para las familias es no llegar a fin de mes (43,6%), seguido de los problemas de salud –como enfermedades crónicas- (31,1%) y la soledad (29,2%). El 12,8% de las familias también manifiesta tener “deudas importantes”.

En esta línea, Bruel recordó que el 47% de los hogares atendidos por la ONG tienen menores de 16 años a su cargo. No obstante, subrayó los resultados de otros estudios anteriores indicaban que “a pesar de la situación” de los padres esa realidad “no se proyecta en sus hijos”: “No hacen dejación del trato y de la atención afectiva”. Además, subrayó, la crisis ha provocado una “mayor solidaridad entre las familias”.

Asimismo, el boletín se centra en la “exclusión financiera” que sufren las personas a las que atiende la organización y que muestra que el 19,6% de las personas encuestadas la ha sufrido a través del embargo de cuentas, deudas con tarjetas, no poder abrir una cuenta bancaria o perder la casa por no pagar la hipoteca.