La AVT explicó que su querella, formalizada en la Audiencia Nacional, se dirige contra los titiriteros Alfonso Lázaro y Raúl García y quienes les contrataron para representar la obra ‘La bruja y Don Cristóbal'. En la función, se exhibió un cartel con la leyenda ‘Gora Alka-ETA’, juego de palabras para referirse a las organizaciones terroristas Al Qaeda y ETA.

Para la asociación de víctimas, estos hechos “pueden ser constitutivos de un delito de enaltecimiento del terrorismo, puesto que suponen una clara ofensa grave a la memoria de las víctimas del terrorismo”.

CARMENA, “RESPONSABLE ÚLTIMA”

La entidad que preside Ángeles Pedraza considera que lo sucedido el sábado por la tarde en la plaza Canal de Isabel II de Madrid fue también “un acto de humillación y menosprecio en el que se trivializa el uso de la violencia, así como una loa y reconocimiento de organizaciones terroristas que tanto dolor y sufrimiento han generado en nuestra sociedad”.

A juicio de la AVT, los responsables de lo sucedido “son tanto los miembros de la compañía como los representantes de cultura del Ayuntamiento de Madrid”. A juicio de las víctimas, los responsables municipales eran “perfectamente conocedores del contenido de la obra”, mientras que Carmena sería la “responsable última de todas las actividades que organiza el consistorio madrileño”.

En la querella presentada esta mañana, la asociación que encabeza Pedraza solicita que se tome declaración, en calidad de investigados, a todos los querellados, así como que se lleven a cabo todas las diligencias que resulten “útiles y oportunas” para el esclarecimiento de los hechos.