Según informó la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, la propietaria de la gasolinera alertó de un robo en su negocio a primera hora de la tarde del jueves. Un hombre entró en su estación de servicio esgrimiendo un arma de fuego, y, tras sustraer la recaudación de la caja registradora y varios sobres que contenían el dinero de las nóminas de los trabajadores, huyó en un vehículo por la carretera M-600.

Los agentes se desplazaron hasta el lugar y atendieron a las víctimas, la propietaria y uno de sus empleados, encargado en ese momento de atender a los clientes.

Una patrulla de paisano localizó un coche similar al buscado que estaba accediendo al casco urbano de la localidad, ocupado por un hombre que respondía a la descripción del ladrón. Tras cerrar la zona para que no se fugara, el sospechoso fue abordado por varios agentes, que le encontraron una pistola de aire comprimido, usada en el asalto, y el dinero que había sustraído.

Pese a la detención, la investigación policial continuó, ya que había una circunstancia que seguía levantando las sospechas de los agentes, que era que el robo había ocurrido justo en el momento en el que la propietaria había abierto la caja de seguridad del establecimiento.

Las pistas facilitadas por el detenido en su declaración permitieron a los agentes centrar sus investigaciones sobre el empleado que estaba trabajando en la gasolinera en el momento del atraco, que fue incriminado definitivamente en el atraco como cómplice, ya que había facilitado la información necesaria al ladrón para cometer el robo con éxito.

Los detenidos son A.G.M., madrileño de 32 años autor material de los hechos, y M.S., paquistaní de 30, colaborador necesario en el robo. Ambos fueron puestos a disposición de la autorididad judicial, que decretó su ingreso en prisión.